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miércoles, 14 de octubre de 2020

El poder de la palabra

 Autor: ShaniShaktiAnanda


La frase que reza “la palabra tiene poder” es una de las tantas frases mal interpretadas que empoderan a las personas desde un desconocimiento de lo realmente espiritual.

Si creemos, repetimos, vivimos y defendemos verdades mal interpretadas o incompletas, pues tendremos situaciones de vida sin sentido o incompletas.

En días recientes llego a mí un hermoso video de un niño que hacia un experimento escolar donde le hablaba a dos plantas para ver su desarrollo en función de las palabras que les repetía. El video era sencillo pero muy hermoso; el típico video que enamora y empodera, pero el cual necesita urgentemente una contextualización correcta.

Esta experiencia de que la “palabra” (como expresión de un idioma) tiene la capacidad de hacer cosas, es similar a lo que planteara hace años Masaru Emoto, científico que estudió la forma en que cristalizaba el agua dependiendo de “las palabras” a las que había estado sometida.

¿Dónde está el problema?

Si uno no cree las cosas a la primera (muchas personas tienen esa necesidad de creer), en la experiencia que cito del niño, uno se podría preguntar qué pasaría si el experimentador fuera una persona sordomuda (de nacimiento), que no tiene la capacidad vocal de emitir palabras. Si bien pudiera llegar a producir sonidos similares a palabras, la vibración de las mismas no fuera muy perfecta e incluso pudieran ser distorsionada.

Por si no lo habías pensado nunca, tú posiblemente sí pienses en palabras, pero las personas sordomudas no pueden hacer ni siquiera eso. Para ellos, la palabra hablada simplemente no existe como sonido ni audible ni imaginable.

¿Acaso la frase de “las palabras tienen poder” no aplica a personas sordomudas?

Otra pregunta que se pudiera hacer es si plantas tiene acaso alguna forma de sistema auditivo.

La gente aceptaría que no; pero alegaría que las plantas sienten la vibración de la palabra. Con lo que vuelvo al caso de la persona sordomuda haciendo el esfuerzo de pronunciar, aunque sea de forma distorsionada, una palabra.

Si el argumento es válido “las plantas sentirían la vibración pero distorsionada”. ¿Florecerían hermosas incluso con esas vibraciones distorsionadas que pueden llegar a ser incómodas para muchas personas?

¿Y si se dicen las palabras en un idioma o en otro? Supuestamente serviría igual. ¿Cabe ahora la idea de que las plantas son políglotas?

Sería muchos argumentos rebuscados y refutados.

No niego la experiencia

Pero aún ante los planteamientos anteriores, no niego la experiencia. Es más, la creo porque la he hecho yo mismo. Lo que pretendo es recuperar la frase mal entendida de que “la palabra tienen poder”.

Definitivamente, la palabra hablada -- a veces distorsionadas, a veces prístina -- no debe ser determinante en el experimento del niño.

Si vemos el experimento del escolar inclinándose hacia una de las plantas para alabarla y hacia la otra para insultarla, la mayoría de las personas ven o escuchan únicamente el significado de las palabras; pero definitivamente no ven el trasfondo de esa experiencia.

Llegado a este punto, se puede comenzar a entender qué la planta no responde a las vibraciones sonoras del emisor, sino a algo más que se irradia del emisor.

Eso que pudiera salir del emisor junto a las palabras -- claras o distorsionadas, sean en francés o en sánscrito – son los sentimientos de quien lo dice.

Asumir que “los sentimientos tienen poder”, es mucho más acertado que decir que la palabra lo tiene. Por el mismo hecho de que los sordomudos, a pesar de no manejar los mismos sonidos que el común de las personas, sus sentimientos sí son exactamente iguales.

Bien, vamos progresando. Pero algunas personas pudieran decir que las plantas no tienen forma de manejar sentimientos como lo hacen las personas; y estarían en lo cierto. Pero aún falta un paso.

Realmente las emociones las sienten las personas y podemos aceptar que no se irradian; pero estas sí modifican nuestra energía vital y una parte de esta es la que se irradia a nuestro alrededor.

El hecho de que como seres vivos manejamos energía vital al igual que los animales y las plantas, es un argumento más aceptado pensar que la principal forma de interacción entre seres energéticos es precisamente a través de sus energías.

La aceptación de este hecho explica que a pesar de limitaciones orgánicas, idiomáticas, o físicas, todos podemos interactuar incluso con nuestra diferencias.

Entonces “Nuestras energías, moduladas por nuestros sentimientos, tienen poder”; nada que ver la palabra hablada.

Pero todavía hay un fallo.

Nuevamente, muchas personas pudieran aceptar que si bien interactuamos con nuestras energías y estas son modificadas por nuestros sentimientos; nuestros sentimientos, a su vez, salen de nuestros pensamientos, que son los que generan palabras. Entonces, si esto fuera así, lo que se dijera o pensara correspondería exactamente a lo que se sintiera.

Si fuera tan simple como “pensar bien para estar bien”, nadie estaría mal en el mundo. Porque muchas personas a pesar de sus pensamientos y decretos positivos, llevan sus vidas no tan bien como desearían, aunque digan lo contrario.

En esta seguidilla de “pensamiento bonitos” - “sentimientos bonitos” - “realidad bonita”, falla generalmente la igualdad entre el pensar y el sentir.

Si pudiéramos sincerarnos y ahondar más en el asunto, nos diéramos cuenta que muchas veces lo que pensamos y lo que sentimos no tienen la misma vibración. Así que la seguidilla se rompe.

Les invito a buscar y leer sobre un tema que llevo presentando muchos años, desde el desarrollo místico y terapéutico, que he llamado “pseudosentimientos”. Un pseudosentimiento es la expresión emocional ficticia de la mente. Muchas personas creen sentir cosas que la mente les presenta como sentimientos, mientras que en realidad manejan sentimientos contrarios en su corazón, pasando desapercibido esos sentimientos.

El tema no es sencillo y no digo que siempre existan pseudosentimientos, pero es un mecanismo de las psiquis esto de “hacer creer que las cosas no están tan mal como parece o que simplemente van a estar mejor”. Es parte del instinto de supervivencia, pero que no te salva del león que te vienen a atacar.

¿De dónde creen que viene el positivismo o los decretos positivistas? ¿Lo que se expresa en los decretos son emociones verdaderas o son pseudosentimientos?

De verdad, ¿si te sintieras bien, estarías repitiendo decretos positivistas? ¿Acaso la necesidad de estos decretos no sale de algún sentimiento de miedo, inseguridad, rabia, etc. Que se busca mantener oculto?

Así que nuevamente, el hecho de que el pensamiento o la palabra como producto del pensamiento tenga poder, pues no tiene muchas fuerza.

Además, dentro de este mundo que busca el bienestar, se debe recordar lo espiritual donde se establece que “... Dios escucha únicamente los corazones” (1 Samuel 16,7) Esto saca de juego a las palabras y al pensamiento en la creación de las realidades hermosas que queremos.

El origen real de la frase

Profundicemos un poco más para concluir, ya que la frase “la palabra tiene poder”, tienen en realidad un origen espiritual.

Nuevamente lo que define “la palabra”, no es una agrupación de sonidos pronunciado por alguna persona, ni escrita en un papel; “La Palabra (de Dios) se refiera los lineamientos de conducta que el mismo Dios espera que nosotros adoptemos”

Y definitivamente, llegamos al verdadero significado de la frase. Lo que digamos o no digamos como proceso lingüístico, sí puede llegar a tener su impacto en nuestra realidad, pero nuestra realidad la podemos transformar de forma poderosa si aceptamos “la Palabra de Dios” y vivimos según la conducta que allí se indica.

La Palabra tiene poder”

se debe entender como:

Lo mandado a decir por Dios a través del Cristo, que busca modificar nuestras conductas de vida ante las situaciones que nos suceden, sí puede cambiarnos poderosamente la vida para bien.”

Debemos dejar simplemente de repetir cosas fáciles; y comenzar a esforzarnos para vivir correctamente bajo los lineamientos de nuestro Creador.

Dios les bendiga.

Namasté.

ShaniShaktiAnanda

Original: 1748 AS. (14 de octubre del 2020)
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Instagram @ShanisShaktiAnanda @EscuelaparaelAlma.ssa
Palabras-claves: palabra, dios, mente emociones, psudosentimientos

3 comentarios:

  1. Al analizar su planteamiento comprendo ahora ese vacio que siento cuando repito afirmaciones que no siento. Voy a esforzarme para caminarpor el sendero del Creador. Gracias

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  2. Namasté Maestro 🙏🏻 Excelente artículo, gracias a sus enseñanzas he podido entender El verdadero poder de la palabra.

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  3. Gracias Maestro por recordarnos el verdadero origen de esta expresión "La Palabra Tiene Poder" que he estado utilizando mal. Gracias a su Artículo puedo entender por qué ciertas "afirmaciones positivas" no logran el efecto deseado. Namasté

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