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domingo, 27 de abril de 2014

Compartir el pan y el vino

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Lo que se conoce como la Eucaristía, es un sacramento adoptado por la Iglesia Católica; y viene siendo lo que se conoce como compartir alimentos con una connotación espiritual/religiosa entre un grupo de personas que comparten una misma fe.

Este artículo no lo quise llamar La Eucaristía porque no pretende ser una referencia de la religión católica; pero mi intención sí va a ser dar una visión de lo que representa y del porqué de su importancia.

La Eucaristía más famosa conocida fue la “Última cena de Jesús con los apóstoles”, horas antes de su muerte. Pero si no se habían dado cuenta fue la “última cena” que se realizó; así que ya se habían venido realizando muchas cenas antes. Era una costumbre de Jesús celebrar este acto con sus apóstoles, compartiendo el pan y el vino. Si hubiera sido esa única ocasión la ocurrida, la hubiéramos llamado solamente “la cena” o “la primera y última cena de Jesús con sus apóstoles”, nunca la “última”.

¿Pero fue esta una ceremonia inventada por Jesús con lo cual se hizo dueño de la patente de la eucaristía? Pues no.

Jesús realizaba este compartir porque era lo usual dentro de un grupo de personas que estaban compartiendo juntos un crecimiento espiritual. Este tipo de práctica es mucho más antigua que Jesús, y se practicaba en civilizaciones muy lejanas tribales hasta en las más elevadas e intelectuales. ¿Acaso hoy no compartimos con semejantes una cena para hablar de “asuntos importantes”?

Una cena era una actividad que venía a dar sustento a nuestro cuerpo físico gracias a los alimentos consumidos. Y en estas ceremonias se trataba de recordar que no solo somos cuerpo físico, sino que somos espíritu y que este también debe ser alimentado para que pueda crecer en nosotros. De allí que los alimentos se sometían a la bendición por parte del Maestro, sacerdote, etc., para “convertirlos” también en el alimento de nuestro espíritu.

Pero aunque la eucaristía haya sido muy común entre muchos practicantes, en nuestro cristianismo retoma un significado muy importante para nosotros. Veamos.

Si bien posiblemente en las cenas mencionadas había más que pan y vino (posiblemente frutas, quesos, agua, etc.); el pan y el vino se destacan y son los protagonistas por la simbología que tienen y que se mantiene hasta el día de hoy en nuestras ceremonias religiosas.

El vino, por su “eter” (alcohol); por esa parte sutil, volátil; se considera un elemento espiritual consumible capaz de llegar a planos sutiles como ningún otro puede hacerlo. No hay que dejar de acotar que el alcohol en cantidades inapropiadas puede llegar a ser perjudicial, para cualquier ser vivo; sea humano o sea bacteria.

Esta característica sutil del vino, junto a su origen natural (directo de la naturaleza), lo hacen representar esa parte sutil de la enseñanza espiritual que el ser humano debe considerar pero que le puede costar “ver físicamente”. Este puede ser el conocimiento espiritual teórico, el entendimiento de ciertas cosas, la “palabra”.

El pan, por el contrario, es mucho más terrenal, más físico; hay más trabajo con las manos para fabricarlo, es cocido al fuego, hecho de trigo que debe sembrarse y cultivarse. Es la referencia de la acción (no de la parte sutil); de la espiritualidad que hay que ejercer con hechos y que se aprende a través del ejemplo de vida terrenal y de la experiencia.

Esa “acción acompañada de la palabra”, esa “vivencia sustentada con conocimiento”, “esa experiencia terrenal vivida con el espíritu” es el fundamento real de todo crecimiento espiritual; de allí nuestro “pan y vino”.

Pero los cristianos no nos podemos quedar en la simple simbología; porque la Eucaristía es una de las ceremonias más importantes para nuestra práctica religiosa. Se dice que cuando “comulgamos” (recibimos la Eucaristía), estamos recibiendo en nosotros al mismo Jesús.

La ostia (el pan) se convierte “simbólicamente” en el cuerpo de cristo. Esto no significa que la ostia se transfigure en la “carne o piel” física de Jesús; sino que esta pasa a representar para nosotros el ejemplo que Jesús dio con sus acciones y su comportamiento cuando estuvo en “carne y hueso” entre nosotros.

Muchos cristianos no terminan de entender que Jesús no es solo alguien a quien debemos querer y oír; sino que es una figura a imitar. Jesús como buen maestro enseñaba con su propia forma de ser, con su actitud ante las adversidades, con su comportamiento; y nosotros debemos comer de ese pan.

El vino, sigue representando las “enseñanzas de palabra” de Jesús; sus metáforas, parábolas, mandamientos, lineamientos, etc. Debemos, por tanto, también beber de ese vino.

Pero para un cristiano verdadero no es solo cosa de ir a misa, hacer la cola frente al altar para que nos den la comunión, luego devolvernos cabeza gacha a nuestro puesto, e ir rezando y pidiendo alguna gracia. ¡Nooooooo!.

Recibir la comunión, recibir la eucaristía, recibir a Jesús, significa comprometerse con Él; hacer el compromiso de imitar su actitud, su vida, el cómo la asumió y reflejarla en nuestra propia vida (el pan); además de seguir las enseñanzas que dio con su palabra (el vino).

Cada comunión con Jesús es un compromiso de cada cristiano en ser aún más cristiano; es decirle al Maestro Jesús: “sí mi Señor, aquí estoy por ti y para ti”

Por Dios, piénsalo; estás sentado en la mesa con Jesús. No te pueden sentar en la mesa del Señor y no comprometerte a hacer tu mejor esfuerzo en honrarlo.

Y esta es la interpretación básica, más allá de la creencia (que no ayuda mucho) en que si la ostia se convierte de verdad en “carne humana” o el vino en “sangre”. Interpretar la simbología religiosa y espiritual de esa forma tan fenomenológica, más que ayudar, le hace un flaco favor a Dios.

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 27 de abril del 2014.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc

Palabras claves: pan, vino, última, cena, eucaristía, Jesús, comunión, misa, enseñanza, sutil, terrenal

4 comentarios:

  1. Maestro que extraordinaria ensegnanza! Entenderla asi nos acerca mas a jesus y nos hace ver la eucaristia como un acto de amor y libertad. Gracias

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  2. Que bonito articulo Maestro! Cada vez el compromiso se hace mayor y con cada ceremonia crece en mi corazon... gracias por enseñarnos el camino!

    Namaste!
    Amanda Palma Slaimen

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  3. Gracias por su enseñanza, el compromiso con Dios, con Jesús de imitarlo para que nuestro espirutu se fortalezca en El.

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  4. "Acción a la Palabra de Jesús" ..... Hermoso significado de la Eucaristía.....Gracias ! Namasté

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