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domingo, 21 de septiembre de 2014

El cansancio energético



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Cuando hablo de “cansancio energético” parecería que puede haber otros tipos de cansancios o agotamiento; y es así, sí los hay.
Por ejemplo, nuestra parte física-orgánica se puede agotar; a lo mejor después de mucha actividad física.
Pero si bien, podemos estar cansados en nuestra parte física, este agotamiento puede no interferir con nuestras funciones mentales, emocionales, espirituales, etc.
Pero a diferencia de nuestra parte física, tenemos un concepto de energía vital que no solo motoriza a nuestra parte física (desde el punto de vista sutil, no biológico), sino que también mantiene las diferentes funciones de vida en nuestros cuerpos: mental, emocional y por supuesto en el mismo cuerpo energético.
Cuando dicha energía vital se agota, las funciones alojadas en los diferentes cuerpos de nuestro plano de existencia terrenal, comienzan a fallar. Simplemente la energía que tenemos en ese momento no alcanza para todas nuestras funciones de vida. Entonces, aquellas funciones más débiles que tengamos son las que comienzan a desestabilizarse primero.
Hay diferentes razones por lo que esta energía vital se puede agotar, produciendo el cansancio energético. Las voy a lista desde la menos común a la más frecuente:
  1. La razón menos común son los problemas de bloqueos importantes en algunos de nuestros chakras; en especial (pero no de forma única) en nuestros segundo, primer o  séptimo chakra.
  2. El parasitismo y el vampirismo energético.
  3. El desgaste energético por uso intensivo de chakras particulares de forma descontrolada; en especial (pero no de forma única) en nuestros tercer y sexto chakra.
  4. Esfuerzos sostenidos en situaciones de vida que sobrepasan las fuerzas humanas (físicas, mentales, emocionales); o simplemente en situaciones que no depende del mismo individuo; en cuando a ejecución o resultado.
  5. Y entre las razones más frecuentes están: las actitudes de vida desgastantes/patológicas antes situaciones y personas: como: la obsesión, el pesimismo, el descontento sostenido o la queja o juicio.
Seas cuales sean las razones para el agotamiento energético, las señales iniciales y básicas que se manifiestan son típicamente:

-          Desgano o repulsión hacia actividades incluso cotidianas.
-          Problemas de sueño (dificultad en conciliar el sueño, sueño no reparador, sueño interrumpido o sueño muy ligero).
-          Mayor intolerancia hacia situaciones o personas que antes se podían soportar.
-          Irritabilidad sin razón o con argumentos personales.
-          Llanto o depresión.
-          Menor nivel de tolerancia al dolor.
-          El mismo pesimismo o el descontento, que en un principio pueden ser causa del agotamiento, aumentan; formando un peligroso círculo vicioso destructivo.

Y más allá de esta señales básica o iniciales, si el desgaste se hace sostenido en el tiempo, se pueden comenzar a dañar sistemas orgánicos que se van a ser evidentes, muchas veces, cuando ya no hay vuelta atrás. 
 
-          sistema nervioso (capacidades cognitivas, sueño, depresiones clínicas, entre otras)
-          sistema cardiovascular (problemas cardíacos, hipertensión, entre otras)
-          sistema de reproducción celular (cáncer, enfermedades autoinmunes, entre otras)
-          entre muchas otras, algunas de ellas asociadas con la figura del “estrés”
 
Y no detallemos los daños permanentes a nuestra parte emocional (por ejemplo rupturas de parejas y familiares); o incluso en planos más sutiles, como el kármico y el espiritual.

Pero ¿qué hacer ante una sensación de cansancio sostenido e inexplicable? Lo primero es acudir a un profesional de la medicina para comenzar a descartar problemas orgánicos.

Según sea el caso se ordenarán análisis de sangre correspondientes, análisis hormonales, estudios cardiológicos y todos los que los especialistas consideren necesarios. Además, se podrán hacer las evaluaciones necesarias para identificar otros problemas como pueden ser los psicológicos.

Pero adicionalmente, sea o no que el cansancio tenga orígenes físicos o mentales, también se puede hacer un abordaje con terapias complementarias (de forma paralela). Estas terapias son más necesarias aún si el cansancio es realmente “energético”.

En este caso, si la energía vital es la que está agotada, se pueden hacer varios enfoques de abordaje:

  1. Dar energía de forma adicional a la persona, con la frecuencia suficiente, para que sus niveles energéticos se mantengan altos y suplan a todas las funciones de vida que lo requieran. Esto se puede hacer, por ejemplo, con sesiones de Reiki frecuentes y continuadas.
    Hay que observar, que si bien las terapias energéticas son sanadoras; puede no atacarse al origen del problema. De cualquier forma el bienestar se consigue, mientras se le dé la energía adicional.
  2. Corregir las fugas energéticas o los bloqueos, corrigiéndolos desde el cuerpo energético con  las técnicas apropiadas; siempre que este sea el caso.
  3. Reajustar las actitudes patológicas y las visiones desgastantes de vida, de forma tal de frenar el malgaste interno de la energía vital.
  4. Aumentar la entrada de la energía vital en la persona para que tenga un flujo de entrada mayor y el desgaste o cansancio no se produzca; o también para que haya una recuperación propia automática. Esto se consigue actuando apropiadamente sobre el séptimo chakra, que es nuestra puerta de entrada de energía.
Cualquiera de estos esquemas de abordaje desde las terapias complementarias es correcto y efectivo. Algunos serán más inmediatos y otros tardarán más tiempo; mientras que algunos ofrecerán resultados más permanentes y autosostenidos que otros. 

Pero hay un esquema de abordaje del cansancio energético que es ciento por ciento efectivo. Con él se aborda en un solo esquema: el aumento de flujo energético de entrada (punto D), el reajuste de las actitudes patológicas y visiones desgastantes de vida (punto C) y la corrección de fugas y bloqueos energéticos (punto B)

Adicionalmente este esquema no sólo resulta muy útil para el cansancio energético, sino que tiene impacto positivo en nuestro otros planos superiores de existencia (astral, kármico y espiritual)

Y ante tal maravilla ¿cuáles son las letras pequeñas? Lamentablemente sí las tiene. Este abordaje realmente integral de sanación exige un esfuerzo importante (aunque no imposible de dar) por parte de la persona afectada. No es una sesión de Reiki donde lo único que debe hacer el afectado es acostarse y pagar la sesión; no es solo una sesión de conversación para que la misma persona revalúe su forma de ver la vida.

Este esquema se suele conocer como “Crecimiento Espiritual”; o en palabras más coloquiales y explícitas: “meter a Dios de forma real y operativa en toda nuestra vida cotidianidad”.

Por supuesto que un esquema de Crecimiento Espiritual tiene sus fundamentos, tiene sus reglas, sus protocolos correctos; y no es solo ir a misa, portarse bien, creer Dios y en otras cosas espirituales.

Un Crecimiento Espiritual siempre debe ser guiado. Por ejemplo; no es leer libros de personas con las que nunca se ha compartido, ni es asistir a charlas interesantes de personas que parecen que saben lo que dicen.

Crecer espiritualmente es un tema muy complejo que escapa de estos párrafos ya que lo he reflejado en otros artículos. Pero sí puedo decir, dentro del contexto del cansancio energético, que cualquier persona que esté llevando a cabo un crecimiento espiritual serio y comprometido comienza a disfrutar, más temprano que tarde, de las siguientes ventajas:

  1. Aumento sostenido del flujo de energía vital gracias a una expansión del séptimo chakra. La energía correspondiente a este centro energético es la que se utiliza cuando se manejan conceptos de vida relacionados con Dios.
  2. Estabilización energética de sus chakras – eliminación paulatina de bloqueos.
  3. Mayor plasticidad energética: facilidad de adaptación a diferentes situaciones y personas.
  4. Minimización de los efectos del parasitismo y del vampirismo energético.
  5. Inmunidad (fortalecimiento) gradual ante los asuntos externos. Las situaciones externas se comienzan a percibir menos agresivas. Esto es el principio de la “paz interior”
  6. Sanación kármica y mejor manejo de la Ley de Atracción; lo que va a permitir que su realidad sea cada vez menos demandante energéticamente hablando.
  7. Comprensión de su realidad desde puntos de vistas muchos más amplios y gratificantes.
  8. Recuperación más acelerada de los desgastes energéticos justificados y normales de la vida cotidiana (estrés positivo, cansancio físico, etc.)
  9. Y por supuesto, menor tiempo de viaje en la ruta de vuelta al Paraíso.
Con todas estas ventajas, se entiende que el compromiso de la persona es primordial; al fin de cuentas, esta será la primera beneficiada.

Sea cual sea el esquema de abordaje para un cansancio energético, debemos recordar que esta es una condición que no podemos pasar por alto; allí se pueden estar gestando condiciones peores e irreversible para futuro.

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 20 de septiembre del 2014.
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Palabras-claves:  crecimeinto, espiitual, cansancio, chakras, situaciones, agresivas, bloqueos, Dios, energético, energía vital,

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