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lunes, 22 de agosto de 2016

Soy Espiritual

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

En este mundo donde las situaciones terrenales nos arropan y nos ahogan, cada vez más un número mayor de personas buscan “algo más allá” de esa terrenalidad que no logran manejar.

Algunos de esos “algos” comprenden una visión de la vida que escapa al entendimiento moderno; muchas veces tratando con energías, sueños, fenómenos paranormales, seres mágicos, astros, vidas pasadas, terapias diversas (una más extraña que la otra), prácticas esotéricas; y una gran cantidad de enfoques adicionales.

Y si bien no critico que se aborde una visión de vida diferente para ayudar a resolver los problemas (aunque muchos se pudieran ver como evasión de la realidad), lo que sí me gusta dejar en claro es la correcta denominación de lo que se hace.

La mayoría de las veces, personas que hablan de estos enfoques, lo califican o se autodenominan como “espirituales”.

Ninguna de las cosas que pude nombrar arriba, o que las incluya o se le parezca, se puede catalogar de espiritual.

La alusión de espiritual tiene otro contexto diferente. Comenzado que lo espiritual no es algo a lo que se acude para solucionar un problema o para obtener un beneficio terrenal (ni siquiera la salud). Lo verdaderamente espiritual es (o debería ser) la forma correcta de vivir.

Trataré de explicarme sin extenderme. Una vida enfocada desde lo espiritual se pudiera resumir de la siguiente forma:

  1. El objetivo de una vida espiritual no es el bien mientras se está encarnado; porque se asume que este estado de existencia es temporal. Por lo tanto, una vida desde un enfoque realmente espiritual se basa en prepararse para un bienestar futuro, eterno, que se disfrutará luego de la muerte física.
  2. Una vida espiritual siempre se debe llevar con lineamientos basados en escrituras sagradas, incluso en los aspectos cotidianos. Las escrituras sagradas no son nuevas; y muchas veces no se entienden o se consideran anacrónicas porque no comulgan con el bienestar personal que la sociedad moderna pretende imponer como la meta en esta vida.
  3. Una vida espiritual asume estar sometida a una consciencia mayor (Divinidad - Dios), si bien quien la lleva sabe que el beneficio de la eternidad se consigue con mucho esfuerzo personal en acatar los lineamientos espirituales. En una vida realmente espiritual no cabe el concepto moderno de “empoderamiento” ni el de “autosuficiencia”; Dios dio los lineamientos y hay que seguirlos (por supuesto sin malinterpretarlos)
  4. En una vida espiritual, mi bien terrenal puede no ser tan importante como el bien de mi prójimo; no es descabellado ceder mi comodidad terrenal para intentar conquistar ni vida eterna.

Estas cuatro características descritas se deben cumplir a la vez para poder decir que se está llevando una vida espiritual. Claro está que faltarían más descripciones, pero con estas pocas espero dejar claro el punto.

Pero más allá de definir una vida espiritual real, podríamos definir a una persona espiritual. Los puntos a continuación son una forma rápida de identificar a un Ser Espiritual.

-       No juzga a ninguna situación como buena o mala; si bien reconoce que algunas pueden ser inconvenientes.
-       No culpa a otros por cosas que suceden; si bien no ignora las responsabilidades sobre los hechos. Antes de culpar a otras, sabe que algo debe mejorar en ella.
-       Reconoce que todo lo que sucede le debe servir de aprendizaje para que su espíritu se fortalezca. Por lo tanto, en el dolor busca más cumplirle a Dios que pedirle que le resuelva sus problemas. Gracias a esto último, logra superar cualquier sufrimiento y seguir adelante.
-        Considera que es más importante su existencia luego de morir, que su actual bienestar terrenal. Por esta razón es que usa sus años de vida para intentar merecer el Cielo.
-       Sabe que Dios espera que se esfuerce para llegar a Él; y pone todo su empeño en comportarse como Dios lo indicó (bajo los lineamientos espirituales que muy bien conoce).

Alguien que pretenda mínimamente decirse espiritual, debe cumplir (o esforzarse día a día) con estas cinco características mínimas; ¡con todas y cada una de ellas!, no con algunas sí y otras no.

Presentar técnicas o personas como espirituales, cuando en realidad no cumplen con las características mínimas, no solo es inapropiado, sino que confunde, distrae y desacredita el verdadero esfuerzo espiritual que todos debemos hacer.

Muchos han muerto físicamente por el esfuerzo de llevar una vida realmente espiritual o por enseñar al mundo cómo llevarla; incluyendo a Nuestro Señor Jesucristo.

Se debería ser serio con el término espiritual, aunque sea por respeto a Él.

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: día 234 A.S. (21 agosto 2016)
Twitters: @pagr777 @eReiki @EvolConsc @SanaCristica

Palabras-claves: vida, realmente, espiritual 

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