Decálogo para sanar

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Sanar es un tema muy complejo y por lo tanto nada fácil de llevar. A diferenciar de “curarse”, donde una tercera persona es la que hace el trabajo, “sanar” requiere de mucho esfuerzo personal; lo que a mediano plazo es recompensado por un bienestar mucho más sostenido.

Sin importar el esquema de sanación empleado, ni lo que quieras mejorar en tu vida, el compromiso personal necesario para sanar asume actitudes concretas representadas en este decálogo; las cuales son necesarias mantener durante todo el proceso.

Si estas actitudes no están presentes en la persona que desea sanar, simplemente no se obtendrá la sanación buscada; más allá de alguna posible mejora temporal, de ser el caso.

1. No busques a tu alrededor culpables de tu malestar.

Debes reconocer que lo que te sucede está allí por ti y para ti; tal vez por razones que no imaginas, o que no comprendes, o incluso que no son de este plano o de esta vida.

Cuando asumes tu malestar de esa manera, se abre la verdadera oportunidad de sanar; ya que si tu malestar depende de ti que esté allí, dependerá también de ti que se acabe.

2. Quítate la etiqueta de víctima.

Si crees que eso que te sucede depende de personas externas o de situaciones donde tú no tienes responsabilidad, entonces será mínima tu posibilidad de sanar; ya que si depende de los otros que estés mal, tristemente dependerá de ellos que estés bien.

3. Asume que vas a tener que esforzarte para sanar.

Depende de ti estar bien; por lo tanto, no busques a nadie que te haga algo "mágico" para que sanes.

Debes buscar a alguien que te diga cómo debes hacerlo tú o qué debes cambiar en ti para sanar. El esfuerzo será un 80 % tuyo y un 20 % del sanador.

4. No esperes el último momento para sanar.

Es indispensable estar atento a cualquier malestar y comenzar a sanarlo de inmediato.

Si mantienes un malestar de forma sostenida por el tiempo suficiente, este puede causar daños que pueden llegar a ser irreversibles.

Esto puede evitar que sanes como deseas o incluso poner en riesgo tu propia existencia.

5. La solución siempre pasa por un aprendizaje de vida.

Sea un malestar sin mucha trascendencia o alguno que ponga en peligro tu vida; todos tienen como trasfondo algo que debes "aprender".

El aprendizaje siempre corresponde a asumir o cambiar a un estilo de vida que no te haga daño; de esta forma, el malestar desaparecerá o no se establecerá alguna próxima vez.

6. No esperes entender antes de asumir las recomendaciones para sanar.

No puedes esperar entender con tu intelecto como funciona un proceso de sanación.

Si esperas entenderlo antes de hacer los cambios necesarios, puedes tardar mucho comprenderlo y el malestar puede seguir avanzando hacia daños irreversibles.

De cualquier forma, si bien puedes tener mejoras temporales con tu mente, nunca podrás sanar de forma sostenida con ella.

7. Nunca intentes sanar por tu cuenta.

Si has llegado a un estado de malestar, es porque no lo has podido evitar; por lo tanto, no podrás sanarlo por ti solo.

8. Debes aceptar propuestas de cambio en tu vida.

Todo proceso de sanación tiene que ofrecer, obligatoriamente, cambios de tu estilo de vida.

Debes entender que la forma cómo venías viviendo, fue la tierra fértil para que el malestar apareciera. Por lo tanto, si pretendes sanar haciendo lo mismo que venias haciendo antes y viviendo de la misma forma, nunca lo lograrás.

9. No “satanices” tu malestar.

Confía en que Dios siempre te está dando lo mejor para ti, aunque no lo comprendas y aunque estés pasando por lo peor que puedas imaginar.

Detrás de cada malestar, Dios espera que te fortalezcas e intentes acercarte más a Él, Así que Él está allí contigo, aunque dependa de ti principalmente.

10. Vive de forma preventiva.

No vivas de forma obsesiva; pero busca siempre asumir estilos de vida (física, mental, emocional, energética y espiritual) que apunten hacia mantenerte sano.

Si lo haces, tendrás menos que sanar.

Toma estas diez premisas como lineamientos indispensables para llevar a cabo cualquier proceso de sanación. Si no las compartes o si te parecen imposibles, no obtendrás más que mejoras temporales.

Namasté.

Pedro A. Gómez Ruzzo.

Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral

Original: 28 de diciembre del 2015.

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