Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
Había una vez un hombre que amaba a Dios y en su vida había aprendido el
temor a fallarle.
Durante su vida se había esforzado mucho en agradar a Dios. Si bien los
logros no habían sido grandes; el esfuerzo muchas veces era sobrehumano.
Un día se quedó dormido; y un niño le despertó. El niño le dijo: amigo ven
conmigo, te vengo a acompañar.
El señor no sabía quién era el niño, pero este le
despertaba en el corazón una belleza que solo había visto en los niños que él
amaba.
El señor se pone de pie, toma de la mano al niño y comienza a caminar.
Era un paisaje que no conocía. Pero tampoco le importaba, porque sabía que
en algún momento se despertaría de nuevo.
Se dedicó a disfrutar del paisaje y de la compañía del niño, el cual solo
le hablaba de Dios.
Allí el señor comenzó a sospechar. Pensó: ¿me habré muerto?
El niño leyó su pensamiento y le dijo: “en
realidad no has muerto, has vuelto a nacer aquí donde corresponde. Hay alguien
MUY especial que te espera. Tú lo esperaste durante toda tu vida y por eso lo
buscabas con desesperación. Ahora Él te va a recompensar con su presencia.”
Continuó el niño: “De tu familia, no
te preocupes; nosotros, los niños de Dios, les ayudaremos.”
“Ese alguien especial esta muy
cerca de aquí, ya vamos a llegar; solo cierra tus ojos y desaparece, es la
única forma de encontrarle.”
Y el niñito dejó al señor con su Dios; en la gracia que siempre había
buscado.
Entonces, se devolvió y fue a ayudar a todos los que él amaba.
Fin.
(PAGR 15dic2015 9:00am)
Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original: 15 de diciembre del 2015.
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777
Palabras-claves cuento, dios, la recompensa, temor de
Dios
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