Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
En este mundo donde las situaciones
terrenales nos arropan y nos ahogan, cada vez más un número mayor de personas
buscan “algo más allá” de esa terrenalidad que no logran manejar.
Algunos de esos “algos” comprenden una visión de la vida que escapa al
entendimiento moderno; muchas veces tratando con energías, sueños, fenómenos
paranormales, seres mágicos, astros, vidas pasadas, terapias diversas (una más
extraña que la otra), prácticas esotéricas; y una gran cantidad de enfoques
adicionales.
Y si bien no critico que se aborde una visión de vida diferente para ayudar
a resolver los problemas (aunque muchos se pudieran ver como evasión de la realidad),
lo que sí me gusta dejar en claro es la correcta denominación de lo que se
hace.
La mayoría de las veces, personas que hablan de estos enfoques, lo califican
o se autodenominan como “espirituales”.
Ninguna de las cosas que pude nombrar arriba, o que las incluya o se le
parezca, se puede catalogar de espiritual.
La alusión de espiritual tiene otro contexto diferente. Comenzado que lo
espiritual no es algo a lo que se acude para solucionar un problema o para obtener
un beneficio terrenal (ni siquiera la salud). Lo verdaderamente espiritual es
(o debería ser) la forma correcta de vivir.
Trataré de explicarme sin extenderme. Una vida enfocada desde lo espiritual
se pudiera resumir de la siguiente forma:
- El objetivo de una vida
espiritual no es el bien mientras se está encarnado; porque se asume que
este estado de existencia es temporal. Por lo tanto, una vida desde un
enfoque realmente espiritual se basa en prepararse para un bienestar
futuro, eterno, que se disfrutará luego de la muerte física.
- Una vida espiritual siempre se
debe llevar con lineamientos basados en escrituras sagradas, incluso en
los aspectos cotidianos. Las escrituras sagradas no son nuevas; y muchas
veces no se entienden o se consideran anacrónicas porque no comulgan con
el bienestar personal que la sociedad moderna pretende imponer como la
meta en esta vida.
- Una vida espiritual asume estar
sometida a una consciencia mayor (Divinidad - Dios), si bien quien la
lleva sabe que el beneficio de la eternidad se consigue con mucho esfuerzo
personal en acatar los lineamientos espirituales. En una vida realmente espiritual
no cabe el concepto moderno de “empoderamiento” ni el de
“autosuficiencia”; Dios dio los lineamientos y hay que seguirlos (por
supuesto sin malinterpretarlos)
- En una vida espiritual, mi bien
terrenal puede no ser tan importante como el bien de mi prójimo; no es
descabellado ceder mi comodidad terrenal para intentar conquistar ni vida
eterna.
Estas cuatro características descritas se deben cumplir a la vez para poder
decir que se está llevando una vida espiritual. Claro está que faltarían
más descripciones, pero con estas pocas espero dejar claro el punto.
Pero más allá de definir una vida espiritual real, podríamos definir a una
persona espiritual. Los puntos a continuación son una forma rápida de identificar
a un Ser Espiritual.
-
No juzga a ninguna situación como buena o mala; si bien
reconoce que algunas pueden ser inconvenientes.
-
No culpa a otros por cosas que suceden; si bien no ignora
las responsabilidades sobre los hechos. Antes de culpar a otras, sabe que algo
debe mejorar en ella.
-
Reconoce que todo lo que sucede le debe servir de
aprendizaje para que su espíritu se fortalezca. Por lo tanto, en el dolor busca
más cumplirle a Dios que pedirle que le resuelva sus problemas. Gracias a esto
último, logra superar cualquier sufrimiento y seguir adelante.
-
Considera que es
más importante su existencia luego de morir, que su actual bienestar terrenal.
Por esta razón es que usa sus años de vida para intentar merecer el Cielo.
-
Sabe que Dios espera que se esfuerce para llegar a Él; y
pone todo su empeño en comportarse como Dios lo indicó (bajo los lineamientos
espirituales que muy bien conoce).
Alguien que pretenda mínimamente decirse espiritual, debe cumplir (o
esforzarse día a día) con estas cinco características mínimas; ¡con todas y
cada una de ellas!, no con algunas sí y otras no.
Presentar técnicas o personas como espirituales, cuando en realidad no
cumplen con las características mínimas, no solo es inapropiado, sino que
confunde, distrae y desacredita el verdadero esfuerzo espiritual que todos debemos
hacer.
Muchos han muerto físicamente por el esfuerzo de llevar una vida realmente
espiritual o por enseñar al mundo cómo llevarla; incluyendo a Nuestro Señor
Jesucristo.
Se debería ser serio con el término espiritual, aunque sea por respeto a
Él.
Namasté.
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna
Ki, Reiki Mineral
Original: día 234 A.S. (21 agosto
2016)
Twitters: @pagr777 @eReiki @EvolConsc @SanaCristica
Palabras-claves:
vida, realmente, espiritual
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