Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
Uno de los errores que se suelen
cometer al leer todo texto sagrado proviene de la falta de contextualización
del mensaje. Y no solo hablo del contexto histórico necesario (temporal-espacial) para que los lectores de aquel entonces
pudieran comprender; sino de la falta de contexto en función de lo que es
terrenal y lo que es espiritual.
Si estamos hablando de una
escritura sagrada donde se busca dar una enseñanza espiritual, las referencias,
las imágenes, los símiles, las metáforas deben ser entendidas desde el plano
espiritual; aunque se utilicen elementos físicos terrenales para presentarlas.
Por ejemplo, cuando Jesús habla que debemos “cargar nuestra cruz”, no se
refiere a una cruz física, sino más bien a lo que “nos da la sensación de carga
en la vida”.
No podemos desconocer que La
Biblia, gran parte de ella basada en metáforas, también narra hechos que se
consideran históricos. Aún en estos hechos reales, la interpretación de eventos
hay que hacerlos desde la óptica espiritual; incluyendo a los “milagros”. Más
de una vez, cuando al mismo Jesús (a sus enseñanzas) se le intentaban enmarcar en
el plano físico terrenal, él recordaba: “...
mi reino no es de este mundo (terrenal).” (Juan 18:36)
Pero mucha gente aun lo sigue
haciendo. A las enseñanzas religiosas les siguen dando connotación
física-terrenal; y esto, más allá de aclara, aleja a personas que pueden dar
mucho, espiritualmente hablando. Y aún más, si vemos que este error no es
consistente en toda la lectura, sino que es convenientemente selectivo en
algunos pasajes para fijar o soportar posturas terrenales que nada tienen que
ver con Dios; meten a Dios donde no corresponde. Recordaba Jesús: “... Den al César lo que es del César, y a
Dios lo que es de Dios...“ (Marcos 12:17)
Otro de los errores que se
cometen a la hora de estudiar La Biblia (específicamente), es creer que Dios y a espiritualidad nacen
con ella. Si el cristianismo nos sirve, claro que debemos hacer por él, hablar
de él e incluso protegerlo; pero de allí a desconocer o desestimar a otras
culturas religiosas espirituales anteriores al cristianismo, es un gran
desatino. Sobre todo porque el mismo cristianismo basó muchas de sus enseñazas
en ellas.
Una de las formas más inteligentes
y productivas es estudiar La Biblia como texto sagrado, es teniendo en mente
conceptos espirituales que están presente en religiones anteriores. En ese
caso, la Biblia cobra una vigencia y una importancia suprema; y es cuando uno
se da cuenta de que TODO está extremadamente claro, de que no hay medias
tintas; y las enseñanzas se entienden a cabalidad; con una utilidad práctica
real tal como lo quería Jesús.
En lo personal, si bien mi
formación bíblica fue desde muy joven y el enfoque no se limitó solo al eclesiástico
sino también al místico; mi amor declarado por ella se manifestó cuando comencé
a aprender sobre hinduismo y budismo. Allí descubrí que más allá de separar y
crear su propio espacio, la Santa Biblia presenta las mismas doctrinas desde
otro punto de vista y logra unificar a esa Divinidad en la que todos creemos y
que todos buscamos.
Son muchas las interpretaciones
de pasajes bíblicos a los pudiéramos aplicarles los dos errores que cito
anteriormente: la falta de contexto espiritual de las metáforas y el
desconocimiento de religiones anteriores. Pero hoy traigo uno por petición de
algunos de ustedes. El tema del género “hombre y mujer”.
No busco fijar ninguna postura,
ni en pros ni en contra de nadie; simplemente planteo la enseñanza desde el punto
de vista místico y espiritual; los interesados deben reflexionar por su cuenta
a ver si les sirve.
La
batalla sin sentido.
Algunos sectores (yo diría que
individuos) dentro de nuestras iglesias cristianas guarda una postura
intolerante sobre lo que significa el respeto del género masculino y femenino;
generalmente referido a la preferencia sexual.
Y la intolerancia se refleja en
especial sobre individuos o grupos humanos con “sexo-género diversidad”.
Y no es solo un asunto
unidireccional; sino que individuos y grupos “sexo-genero diversos” asumen
posturas retadoras nada sanas hacia las iglesias cristianas porque se sienten
excluidos o agredidos por algunos de sus integrantes.
Aquí les dejo un primer punto a
reflexionar. ¿Tiene sentido acaso que una enseñanza espiritual donde se
busca que todos seamos UNO en DIOS, esté planteada para dividirnos y separarnos
en vez de acercarnos?
Como la respuesta es que “no”;
eso implica que ambos grupos están interpretando mal las escrituras sagradas.
Así de sencillo.
Vamos al grano. Cuando se dice,
como parte de un texto sagrado, que Dios los creó “hombre y mujer”, ¿quién,
espiritualmente inteligente, puede creer que se refiere a “pene y vagina”, “varón y hembra” o “masculino y femenino”?
En TODA escritura sagrada, y no
solo del cristianismo (hay que tomarse la molestia de abrir los criterios) se
sabe que los seres que no están aún fundidos con Dios, presentan una dualidad
operativa que se conoce como escencia masculina y escencia femenina. Estas
escencias, que nada tiene que ver con el contexto del bien y el mal, por ser de
contexto sutil/espiritual no se refieren a lo material de los genitales ni a lo
terrenal de las preferencias biológicas/hormonales, ni mentales, ni siquiera
emocionales.
Específicamente en el Libro del Génesis,
donde se presenta la creación del hombre; lo que se busca enseñar es la
aparición de esas dos partes de la dualidad; que se debe complementar una con
otra para que el mundo funcione y funcione bien.
Cuando se habla de una escencia
masculina (Yang, Shiva, E. Santo, Budha) se habla de la parte de la Consciencia
de Dios que permite: la transformación, el cambio, los instintos naturales,
metas/objetivos, el proveer.
Mientras que cuando se refiere a
la escencia femenina (Ying, Shakti, Virgen María, Tara) se habla de la otra parte
de la Consciencia de ese mismo Dios que encarna: la fortaleza, el empeño, la
entrega, el servicio, la protección, el proceso, la creación misma.
Pero las escencias trascienden a
la sexualidad. Un ser humano “varon”, puede tener una escencia femenina muy
marcada y eso no implica que sea afeminado. Al igual que una mujer puede tener
una escencia masculina predominante y no hacerla menos seductora para un hombre.
Parte de la enseñanza de ese
mismo trozo del Libro del Génesis, se da en el hecho de haber sacado a la
escencia femenina (Eva) de “la costilla” de la escencia masculina (Adán). Eso
quiere decir que Adán tenía dentro de sí a la escencia femenina; por lo tanto nos
enseña que ambas escencias deben estar contenidas en un mismo ser humano para
que este sea integral. Tanto hombre como mujer, tanto varón como hembra; deben
manifestar la integración de ambos aspectos de Dios (escencia femenina y
escencia masculina) y gracias a eso convertirse en UNO con Él.
De la misma forma hay otras
lecturas de La Biblia que parecieran condenar a las preferencias sexuales diferente.
Pero si todos esos pasajes se entienden con la masculinidad y feminidad como
escencias espirituales, el altercado se acaba.
1 Corintios
6:9-10
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino
de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni
los afeminados, ni los que se echan con varones,
10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Este es uno de esos textos
recriminadores de conductas sexuales diferentes. Para entenderlo, lo primero
que se debería hacer es definir a esas actitudes reprochables desde el plano
espiritual. ¿Acaso cuando habla de “avaro” se refiere solo al dinero o vienes
terrenales? ¿Idólatras se relacionan solo con las figuras de otras
religiones?...
En este párrafo se recriminan dos
comportamientos espiritualmente que son “difíciles” refiriéndose a las escencias
masculinas y femeninas.
Si recordamos que lo apropiado es
que cada uno de nosotros tengamos en equilibrio a las escencias masculina y
femenina; un “fornicador” se entiende como alguien que trabaja prioritariamente
con su escencia masculina y deja de lado su escencia femenina; mientras que un
“afeminado” es alguien que anula las actitudes necesarias de su escencia
masculina y trabaja solo su escencia femenina.
Pero esto va más allá del género
sexual, porque les aseguro (como terapeuta) que hay más de una mujer hermosa, seductora
y de apariencia femenina, que está trabajando con una escencia masculina muy
fuerte. Y por el contrario hay muchos hombres sexuales que olvidan su escencia
masculina y son en su actitud ente la vida una escencia femenina muy marcada.
Sé que probablemente sea difícil
de entender; así que me voy a permitir poner un ejemplo.
Tengamos a un caballero,
heterosexual; que en su vida no busque trabajar para sostenerse, que dependa de
los padres o de otras personas para mantenerse (sin tener condiciones de
minusvalías), que tenga sueños pero que sea incapaz de cristalizarlos... Ese
hombre, terrenalmente heterosexual, estará manifestando una muy marcada
escencia femenina a nivel espiritual. Este caso podría caer en la referencia de
“afeminado” desde el aspecto espiritual.
Por el contrario, una mujer
terrenalmente heterosexual, estará manifestando una escencia masculina de forma
marcada, cuando lo que le guste prioritariamente sea controlar, trabajar y
cosechar logros y metas; y que por el contrario no tenga un mínimo instinto
innato hacia los niños, ni que la mueva la protección maternal de los que la
rodean, y que no se regocije cuando alguien disfruta gracias a ella. Este caso
sería del “fornicador”, simbólica y espiritualmente hablando.
Pero cuidado, no es cosa de
encasillar ni a los hombres ni a las mujeres; y tampoco de invertir los roles
descritos anteriormente para que sean “normales”. En ambos casos se están priorizando
las escencias masculina o femenina al extremo; y nunca los extremos absolutos han
sido sanos.
Sí bien cada individuo puede
presentar tendencias particulares (masculinas y femeninas) en diferentes
situaciones; la idea es que ambos (hombre y mujer) tengan la capacidad de
manifestar ambas escencias cuando y donde sea apropiado.
Lo normal es que un hombre
(sexual) pueda ser: luchador (M) pero cariñoso y sensible (F); que tenga metas (M)
pero sea tolerante (F), que se encargue de llevar el sustento a la casa (M)
pero que de ser necesario sepa cuidar a los hijos (F)...
Y que una mujer (sexual) pueda
ser: cuidadora maternal (F) pero “no alcahueta” (M); que tenga muchos sueños
(F) pero que ayude a cristalizaros (M), que se aboque del bienestar de la
familia (F) pero que no se olvide de sí misma (M)...
Esta es la idea. Alguien que no
sepa articular ambas escencias, masculinas y femeninas, tendrá problemas en
obtener su propio bienestar; que se identifica con “el Reino de Dios”. Estos
son los fornicarios y los afeminados, ambos extremos; más allá de las
preferencias sexuales terrenales.
¿Aun creen que los pasajes
bíblicos se refieren más al tener sexo físico? Entonces díganme porque Pablo en
su carta no condena a las lesbianas ¿el lesbianismo sí está permitido? Porque
en el pasaje dice que es malo “... los
que se echan con varones”.
Si me quedo en la parte terrenal
absurda y encuentro a una mujer que “se echa” con otra mujer, pues eso sí está
bien; pues allí no se condena; solo se hace referencia a los varones que “se
echan” con otros varones.
¿Qué significa entonces
espiritualmente “echarse con varones”? Lo dejamos para otra oportunidad. A lo
mejor más de uno encuentra que ha estado, simbólicamente, “echado con varón”
Y no hablamos de las posibles
imprecisiones que ocurren en las traducciones desde vocablos antiguos; pasando
por tergiversaciones por costumbres de la época cuando se tradujeron; y tampoco
esgrimí la sexo-género diversidad desde el punto de vista energético. Faltarían
muchas cosas por decir.
Pero finalmente no digo que la sexo-género
diversidad mal llevada no pueda traer problemas; cualquier actitud de vida mal
llevada se convierte en una fuente de malestar. Pero en este caso, la
preferencia sexual diversa trae más problemas terrenales que espirituales.
Namasté
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original:
04 de noviembre del 2014
Twitters:
@SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras-claves:
hombre, mujer, varón, corintios, génesis, biblia, sexo, género, diversidad, homosexualismo,
lesbianismo.
Namasté Maestro.
ResponderEliminar"Casualmente", mi lectura bíblica de esta mañana fue la Carta de Pablo a los Romanos, en donde también se hacen reflexiones parecidas a las de Corintios (específicamente en Ro 1, 26-27), en donde sí se hace referencia a las mujeres que "cambian su uso natural por el que es contra naturaleza" y además a los hombres que se "encienden en su lascivia unos con otros". Ya había tomado nota de esto para consultarlo cuando leí este artículo y todo me quedó claro.
Te anticipas a las preguntas, Maestro.
Namasté.
CEH
Hola maestro.
ResponderEliminarComo siempre, interesante e instructivo y ACLARADOR. Otra perspectiva--- corto pero excelente!!!!! lo publicaré por mis redes sociales.
Sin embargo 5 preguntas:
1. Que me dice de esta: la sentencia bíblica que nos recuerda que “no te acostarás con un hombre como quien se acuesta con una mujer porque es una abominación” [Levítico 18]
2. ¿Qué significa entonces espiritualmente “echarse con varones”?
3."condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente" (2ª Pedro 2:6)
4.EL TRAVESTISMO ES ABOMINACIÓN ANTE DIOS: "No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Yahvé tu Dios cualquiera que esto hace" (Deuteronomio 22:5)
5. La homosexualidad es un pecado como cualquier otro y necesita ser tratado en la única forma posible: Necesita ser colocado en la cruz, arrepentirse de éste y nunca más volver a hacerlo. fuente: http://www.miapic.com/que-dice-la-biblia-acerca-de-la-homosexualidad
ME ENCANTARIA RECIBIR RESPUESTA A CADA UNA DE MIS PREGUNTAS. Ojala sea posible. Su respuestas iluminatorias me vienen como luz ante esta "oscuridad" que estamos viviendo. Defininitivamente, sus respuestas y artículos son LUZ para mi.
Namasté.
Namasté
ResponderEliminarLamentablemente estas preguntas no tienen respuestas fáciles; porque ameritan de años de entendimiento espiritual.
Cuando estas preguntas se buscan responder con frases sencilla, se crea más confusión que aclaración.
De cualquier forma, hay que tener presente la práctica de utilizar "simbolismos". Muchas veces lo que se lee no se puede interpretar como se entiende a la primera.
En esto y en todo, nunca es prudente criticar posturas de nadie; uno debe ceñirse a los lineamientos que su fe religiosa indica.
Namasté
Triste...Pero gracias. Namasté.
ResponderEliminar