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jueves, 23 de abril de 2015

Razones por las cuales NO seguir a Jesús

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

Seguramente eres cristiano si estás leyendo esto; o a lo mejor no lo eres y leyendo esto buscas argumentos para reafirmarte. Sea lo que sea, este escrito te va a servir.

Pero me quiero enfocar en los que ya se dicen cristianos (seguidores de Jesús); y sin ánimo de juzgar a lo mejor solo buscan a Jesús como ayuda en las tribulaciones terrenales.

Te quiero presentar algunas ideas que están en la Biblia y que representan y describen a Jesucristo. Algunas de estas frases fueron dichas por Él mismo. Luego de leerlas tendrás razones suficientes para reflexionar. Evalúa tu relación con Jesús desde el conocimiento de lo que Él representaba:


  1. Jesús enseñaba de forma vivencial. Él no tenía ni un escenario, ni un auditorio, ni ningún público cautivo al cual predicarle. Simplemente convivía con quienes le seguían y así daba la enseñanza. Realmente Él predicaba con su ejemplo de vida.

  1. Jesús no fue famoso ni popular en su tiempo; algunos seguidores (que eran más curiosos e interesados por milagros que discípulos sedientos de enseñanza espiritual) y apenas doce apóstoles (tal vez un poco más).

  1. Jesús asumía que los bienes materiales podían entorpecer el camino espiritual.

    “Jesús le dijo (a un joven que quería seguirlo): Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y luego ven y sígueme.” (Mateo 19:21)

    Así que posiblemente Jesús no te ayude en tus asuntos materiales.

  1. Ser discípulo de Jesús puede significar relaciones tensas y difíciles con quienes nos rodean. A estos mismos problemas tenemos la obligación de resolverlos correctamente.

    Jesús dijo: “No crean que yo he venido a traer paz al mundo; no he venido a traer paz, sino guerra. He venido a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; de modo que los enemigos de cada cual serán sus propios parientes“ (Mateo 10:34-36).

    Así que si quieres mantener la convivencia con tus amigos y familiares de forma estable, armónica y agradable; pues seguir las enseñanzas de Jesús no es lo más apropiado; con mucha seguridad te comenzarán a criticar y te dejarán de lado.

  1. Jesús terminó “honrando” más a sus seguidores espirituales que a su propia familia.

    “La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero como había mucha gente, no lograban acercársele. Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte —le avisaron.
    Pero él les contestó:
    --- Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica.” (Lucas 8:19-21)


  2. Jesús exigía a sus seguidores que le consideraran a Él lo más importante en la vida; más que la propia familia e incluso más que a su propia vida terrenal.

    Jesús le decía a sus discípulos: “El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no merece ser mío; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no merece ser mío; y el que no toma su cruz y me sigue, no merece ser mío. El que trate de salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa mía, la salvará.” (Mateo 10:37-39)

    Muchas veces Él te pondrá a escoger.

  1. Él reprendía severamente a los que no cumplían con sus lineamientos y a los que no tenía fe en Él. ¿Crees que va a ser tolerante contigo y que te va a perdonar tus descuidos o debilidades?

    Les decía a sus discípulos “Hombres de poca fe” (Mateo 14:31)

    En otro momento, los discípulos de forma inocente pero equivocadamente  “... comentaban entre sí: «Lo dice porque no trajimos pan.»  Al darse cuenta de esto, Jesús les recriminó: —Hombres de poca fe, ¿por qué están hablando de que no tienen pan? ¿Todavía no entienden? ¿No recuerdan los cinco panes para los cinco mil, y el número de canastas que recogieron? ¿Ni los siete panes para los cuatro mil, y el número de cestas que recogieron? ¿Cómo es que no entienden que no hablaba yo del pan sino de tener cuidado de la levadura de fariseos y saduceos?” (Mateo 16:7-11)

    “Jesús se volvió y le dijo a Pedro: — ¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios sino en las de los hombres.” (Mateo 16:23)

    “Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh, generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.” (Marcos 9:19)

  1. Jesús no prefirió su vida terrenal antes que la voluntad de Dios. Y por eso se entregó al holocausto por amor a Dios. Él espera que también tú entregues tu vida terrenal a Dios; posiblemente no que mueras, pero sí que inviertas mucho esfuerzo para Dios.

    Y la noche antes de morir, Jesús temeroso por lo que le iba a pasar: “... adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras.” (Mateo 26:39)

    ¿Tú crees que si a ti te sucede algo desafortunado y detrás de eso está la voluntad de Dios; Jesús te va a liberar? Él vino a enseñarnos que la voluntad de Dios es lo primero que debemos honrar, incluso antes que a nosotros mismos. En tu caso, Él también va a preferir que se cumpla la voluntad de Dios antes que satisfacer tus ganas de que algo no te suceda.

  1. Jesús es extremadamente exigente con los que quieren recibir sus enseñanzas o beneficiarse de su ayuda:

    “Luego dijo Jesús a sus discípulos: — Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida (terrenal), la perderá (la vida eterna); pero el que pierda su vida (terrenal) por mi causa, la encontrará (la vida eterna) ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida (eterna)? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida (eterna)? Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.” (Mateo 16:24-27)

  1. Jesús espera que tú hagas cosas como: “Amad a tus enemigos, bendecid a los que te maldicen, haced bien a los que te aborrecen, y orad por los que te ultrajan y te persiguen” (Mateo 5:44); “poned la otra mejilla” (Mateo 5:39); que no busques pleito cuando te quiten algo (Mateo 5:40-42),
    Olvídate entonces del Jesucristo justiciero y defensor de los pobres y desamparados (para eso está el Chapulín Colorado). El mismo Jesús consideraba como bienaventuranzas aquellas cosas difíciles que le sucedían a quienes le seguían (Mateo 5: 1-12). Y si eso les hace bienaventurados ¿crees que va a venir corriendo para eximirles de esas cosas?

  1. Jesús muchas veces no gustaba de hacer milagros. No solo era que prefería que no le atribuyeran los milagros ocurridos, sino que prefería no hacerlos porque reconocía que no había venido para eso:

    “Y él (Jesús) le mandó (al leproso sanado) que no lo dijese a nadie; sino que ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos.
    Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.” (Lucas 5:14-16)


    “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
    También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.
    Cuando ya era de día, (Jesús) salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.
    Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.” (
    Lucas 4:42-43)

    ¿Tú crees entonces que Él sí está ansioso y dispuesto de hacerte milagros a ti? ¿Cuánta gente no se queda esperando por algún milagro terrenal de Jesús? El milagro real de Jesús es permitirnos llegar al Cielo; no arreglar nuestros asuntos terrenales.

  1.  En cuando al tratamiento de las cosas espirituales (Templo de Dios), así como en la forma en que llevamos nuestra fe religiosa; tanto Jesús como nuestro cristianismo en general “no admiten tibios”.  O “se es” o “no se es”. Medias tintas de “sí soy cristiano” pero “me cuesta” o “se me olvida”, tienen graves consecuencias.

    “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
    Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” (Apocalipsis 3:15-16)


    O eres cristiano completo o no lo eres; o respetas las enseñanzas completas o no te sirve respetar solo “algunas”; o amas a Cristo totalmente o es mentira que lo amas. Porque si te permites hacerlo a medias, en el día de tu juicio final te la vas a pasar bastante mal.

Lo dejo hasta aquí. ¿Que no conocías al Jesús que te acabo de presentar? Disculpa, pensé que eras cristiano. Ahora tienes argumentos suficientes las no seguirlo.

Pero si muy por el contrario; y a pesar de todo lo anterior:

  1. Tu alma grita por Jesús y lo anhela;
  2. No te importa ser parte de una minoría que parece no encajar en los estándares del mundo moderno;
  3. Sabes que tu situación terrenal (buena o mala) debe serle útil a Dios y no a ti;
  4. Puedes ser tolerante con los que no entienden tu amor por Jesús;
  5. Entiendes que muchas veces tu propia familia no entenderá como llevas tu vida con Dios;
  6. Consigues amar a Jesús tanto o más que a tu familia que no ama a Jesús, sin dejarla de lado; si aceptas a tus problemas (“tus cruces”) como una oportunidad de practicar las enseñanzas de Jesús (seguirlo) y así purificarte el Él;
  7. Aceptas que Jesús, más que consolarte, a veces te va a reprender con malestar por no haber cumplido con lo que Él espera de ti;
  8. Para ti es más importante ganarte el Cielo y algún día vivir en Dios; que estar feliz aquí en la tierra;
  9. Estás dispuesto a esforzarte e ir dejando de lado a “tu humanidad lastimera” para que cada vez más adoptes las enseñanzas de Jesús en tu vida;
  10. Aceptas hacer lo que Jesús te manda, aunque te cueste mucho y aunque no sepas para qué te sirve hacerlo;
  11. No esperas a ese Jesús que te haga milagros, sino a ese que te va a ayudar a conseguir la vida eterna, luego de morir;
  12. Y si tienes el compromiso personal para defender las enseñanzas de Jesús, incluso contra tu misma comodidad y estabilidad terrenal;

... entonces bienvenido; eres de los Verdaderos Cristianos que Jesús formó y a quienes necesita ahora más que nunca.

Dios te siga bendiciendo.

Namasté

Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 23 de abril del 2015
http://cartelesmaestros.blogspot.com/
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Palabras-claves: Jesús, cristianos verdaderos, bienaventuranzas, razones, seguir, seguidores, vida eterna, terrenalidad.

1 comentario:

  1. Namasté Maestro! Es tan pero tan diferente este enfoque de Jesús en comparación a lo que hemos escuchado toda la vida y a lo que nos han enseñado a interpretar. Es difícil explicar lo que se siente al leer un artículo como este después de conocer parte de sus enseñanzas,... Es como leer con otros ojos que nos han implantado en nuestro rostro, ojos que nunca tuvimos. Y todo lo que nos falta por crecer aún!

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