Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
¿Jesús
nos ama a todos por igual? ¿Siempre? Las respuestas compulsivas a
estas dos preguntas pudieran ser: sí, sí. Pero permítanme
contextualizarlas en los siguientes versículos de nuestra Santa
Biblia.
Juan 14:21-24
Nueva Biblia
Latinoamericana de Hoy (NBLH)
(y
Jesús decía...) 21
“El que tiene Mis mandamientos y los guarda, ése es el que Me ama;
y el que Me ama será amado por Mi Padre; y Yo lo amaré
y Me manifestaré a él.”
22
Judas (no el Iscariote) Le dijo: “Señor, ¿y qué ha pasado que Te
vas a manifestar a nosotros y no al mundo?” 23
Jesús le respondió: “Si alguien Me ama, guardará Mi palabra; y
Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. 24
El que no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes
oyen no es Mía, sino del Padre que Me envió.
Comencemos
primero por centrarnos en la primera estrofa.
“El
que tiene Mis mandamientos y los guarda, ése es el que Me ama;
y el que Me ama será amado por Mi
Padre;
y
Yo lo amaré
y Me manifestaré a
él.”
Aquí
no es muy difícil dibujar la secuencia o las condiciones indicadas
por el mismo Jesús:
“Alguien”
cuando “guarda” sus mandamientos, ama a Jesús (entonces) Dios
ama a ese “alguien” (entonces) Jesús ama a ese “alguien” y
se manifestará en él.
Si
leemos en orden inverso, vemos que:
Jesús
ama “a aquel” que su Padre ama;
y
su Padre ama “a aquel” que guarda la palabra de Jesús;
y
como consecuencia...
Jesús
ama “a aquel” que guarda su palabra y gracias a eso se
manifestará en él;
¡¡¡Jesús
no ama a todo el mundo!!!
Siempre
ha sido un error creer que Jesús nos ama simplemente porque sí.
Él mismo Jesús lo aclara en esta cita bíblica y en muchas otras.
Pero
esta es una primera enseñanza; aún hay otras.
Segunda
enseñanza: Mandamientos de Jesús
Para
la segunda enseñanza, tenemos que aclarar qué significa
"...
aquel que tiene Mis mandamientos y los guarda ..."
Tampoco es muy difícil: “guardar los mandamientos” significa: seguirlos; honrarlos; hacerlos parte de la vida; comprometerse en cumplirlos; vivirlos en cada segundo de existencia. No significa “guardarlos” en una gaveta.
Eso significa que "debemos vivir diariamente" los mandamientos de Jesús; para que de esta forma el Padre nos ame y por lo tanto Jesús también nos ame.
Pero aún falta un poco más de esta segunda enseñanza. ¿A qué se refiere Jesús con “sus mandamientos”?
A
esta pregunta, las personas tienen a responder haciendo referencia a
los Diez Mandamientos de las tablas de Moisés. Aclaremos una vez más
por esta vía: esos mandamientos eran de Moises (del Antiguo
Testamento); no eran de Jesús.
Y
está muy claro en los Evangelios. Cuando un judío le preguntaba a
Jesús cuál era la forma correcta de comportarse, Jesús le
recordaba los mandamientos de Moisés; o se los resumía en dos:
amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo.
Pero cuando alguien, habiendo cumplido los mandamientos de Moisés, quería seguir a Jesús directamente; entonces se convertía en un potencial “cristiano” (discípulo de Jesús). Y a todo cristiano, Jesús mismo le dió mandamientos adicionales. Estos mandamientos son los presentados por Jesús a sus discípulos en el “Sermón del Monte” (Mateo 5,6 y 7)
Si
volvemos a resumir, para amar a Jesús y desmostrárselo (no solo
de la boca para afuera) tenemos que vivir bajo los mandamientos que
Él mismo nos dio en el “Sermón del Monte”; no solo con los de
las tablas de Moisés. Solo entonces, Dios Padre nos amará y Jesús
también.
Jesús,
una experiencia personal
Pero
falta algo importante; los dos versículos finales.
Judas
(uno de sus discípulos) extrañado, hace alusión a que Jesús se va
a manifestar únicamente en los discípulos que guarden sus
mandamientos, (de forma personal); y no así en el resto del mundo.
Aquí
Jesús deja muy claro que Él se manifestará junto con el Padre
(“harán morada”) solo en los que siguen sus mandamientos, de
forma personal e individual; y no en "todo el mundo".
Jesús
es una experiencia personal.
Pero ¿cuántas veces se llama a Jesús para que venga a resolver los problemas del mundo (o algunos asuntos personales) y Él no parece acudir?
Está
claro entonces que Jesús no tendrá ingerencia ni en las situaciones
ni en las personas donde no se cumplan sus mandamientos; ni Él ni su
Padre “harán morada”. ¡Qué descubrimiento! ¿no?
Lamentablemente
hemos adoptado (o nos han vendido) un cristianismo más idealizado y
menos comprometido. Nos han vendido la idea de que Dios y Jesús nos
aman sin esperar nada a cambio.
Y
lo sé; es duro para la gente comenzar a entender que la verdadera
enseñanza cristiana no es ni ingenua ni infantil. Debemos madurar en
nuestra fe y comprometernos como adultos.
No
tenemos ganado el Cielo porque Dios sea bueno:
Mateo 7:21
Nueva Versión
Internacional (NVI)
“No todo el que me dice: “Señor,
Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace
la voluntad de mi Padre que está en el Cielo” (final
del Sermón del Monte)
Namasté
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original:
22 de junio del 2015
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Palabras-claves:
sermón del monte, Jesús, Moises, mandamientos, tablas, ama
Gracias por la enseñanza Maestro... pienso que este artículo puede ser uno de los más difíciles de digerir, pero como usted siempre ha dicho "el desconocimiento de algo no nos exonera de sufrir las consecuencias"... así que nos toca...
ResponderEliminarMuchas gracias nuevamente por sus aclaratorias y recordatorios.
Namasté
Son tres cielos
ResponderEliminarMaestro que gran descubrimiento para mi lo de cumpmir El Sermon del Monte.
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