Autor:
ShaniShaktiAnanda
Muchos
que dicen conocerme, cuando me escuchan de forma tan “correctivamente
crítica” incluso llegan a molestarse conmigo.
A
veces dicen que no tengo razón, otras que estoy equivocado, otras
que no sé de lo que hablo y algunas veces dicen que no creo en Dios
que soy un blasfemo o que no estoy de parte de las personas y de sus
causas nobles. Algunos, que me quieren más, simplemente me tienen
lástima.
Un
maestro espiritual vive para que las personas se acerquen real y
efectivamente a Dios; por lo tanto, esas ideas sobre mi persona son
solo reacciones defensivas hacia formas de enseñar y de ver la vida
que nunca le enseñaron a los demás.
Solo
quiero poner un ejemplo. Vamos a suponer algún problema grupal,
problema que a mí mismo me puede afectar. Basta ver a las personas
en dicho problema pidiendo misericordia y ayuda a Dios.
Aquellos
que me conocen esperarían que yo me sumara a esas plegarias y al
llamado a la misericordia de Dios que muchos hacen con lágrimas en
los ojos. Pero ante esa espera, las personas ven mi supuesta
indolencia o, aún peor, mi crítica. Allí me hacen la cruz.
Por
eso aveces no prefiero actuar, sino quedarme orando en mi tristeza
no solo hacia la situación, sino hacia esas personas que creen que
Dios está en la obligación divina de ayudarnos.
Uno
de los daños mayores que se puede hacer en una persona es inculcarle
a un Dios que yo nombro como el “Dios gratis”; a ese Dios que
está presto a ayudar a la gente ante la primera oración, la primera
lágrima o el primer sufrimiento de cualquier situación.
Y
el daño de enseñar ese “Dios gratis” radica en que esperamos
que Dios nos ayude porque “somos sus seres amados” y nunca
terminamos de entender que Dios espera de nosotros más de lo que
imaginamos.
El
amor y la asistencia de Dios hay que merecerla, no se tienen por
simplemente haber sido creado por Dios.
Esto lo puede enseñar un maestro espiritual que está claro que no
vino al mundo para que lo amen y le aplaudan; a ninguna fracción
religiosa le conviene enseñar lo importante del merecimiento
espiritual, porque perdería seguidores.
Sabiendo
esto, la tristeza del maestro, nace desde la ingenuidad de muchas
personas a la hora de buscar ayuda de Dios. Además, tristeza porque
las iglesias le robaron a las personas al verdadero Dios con el cual
deben tener comprometida la vida; no solo pedirle en los problemas.
¿Acaso
todo esto es invención mía? No, queridos amigos. Lo que digo es
materia básica del mismo libro sagrado aquellos que piden sin
habérselo ganado; libro que seguramente nunca han leído con el
detenimiento necesario.
Solo
como un ejemplo; si buscamos ayuda o “misericordia” de Dios en
alguna situación donde sentimos que alguien nos agrede, Jesucristo
(aquel al que muchas veces se le pide), enseñó siempre de forma
clara:
Mateo
5:22 (RVR1960)
Pero
yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será
culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será
culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará
expuesto al infierno de fuego.
Leyendo
sinceramente esta lección, ¿acaso aquella persona que está enojada
contra su hermano -antes los ojos de Dios- puede merecer ayuda de ese
mismo Dios? La respuesta es: no.
Otro
ejemplo a la hora de buscar ayuda de Dios en una situación difícil
(personal o grupal)
Mateo 7:21 (TLA)
(Y Jesucristo dijo: )
»No
todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño entrarán en el
reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada deben obedecer
los mandamientos de mi Padre, que está en el cielo.
¿Acaso,
entonces, basta nombrarse o sentirse cristiano para que Dios venga a
sacarnos de cualquier infierno que estemos viviendo y llevarnos a un
estado similar al Cielo?
El
mismo Jesucristo dice que primero y antes que nada, debemos obedecer
o que el Padre nos mandó a cumplir. ¿Acaso sabemos lo que el Padre
espera que nosotros obedezcamos?
Esta
última pregunta, relativa a lo que el Padre espera de nosotros, es
otra de las cosas ignoradas u ocultas por muchas iglesias, pero está
ampliamente explicado en Mateo 5,6 y 7 (el Sermón del Monte)
Cosas
como “no te enojes contra tu hermano...” (Mateo 5:22); “no se
resistan a que es malo...” (Mateo 5:39); “ama a tus enemigos...”
(Mateo 5:44); “busquen primero el Reino de Dios...” antes que su
propio bienestar terrenal (Mateo 6:33); y otras más, se ignoran
categóricamente o se desacreditan.
¿Cómo
alguien puede desacreditar o dudar de los mandamientos de Dios y aun
así esperar que el mismo Dios o los ángeles o la Virgen les ayuden?
Esto es realmente triste.
Otra
idea que hay que depurar es la idea ingenua de que somos hijos de
Dios y solo por eso Dios nos ama y hace cualquier cosa por nosotros.
Nuevamente Jesucristo enseñaba en otro pasaje:
Juan
14:23-24 (TLA)
23
Jesús le contestó:
—Si
alguien me ama, también me obedece. Dios mi Padre lo amará, y
vendremos a vivir con él. 24 Los que no me aman, no me obedecen.
Pero yo les he dicho solamente lo que mi Padre me envió a decirles,
no lo que a mí se me ocurrió.
No
hay que ser muy inteligente para entender que Dios solo ama a quien
ama a Jesucristo, y solo ama a Jesucristo quien obedece los
mandamientos que Él nos vino a recordar; los mismos del Sermón del
Monte.
¿Acaso
cumplimos con el Sermón del Monte? ¿Entonces podemos decir que
amamos a Jesucristo?
Entonces,
para recibir el auxilio especial de Dios debemos agradarle cumpliendo
lo que nos pidió y luego de eso, es que “lo tendremos cerca”
(vendrá a vivir con nosotros) para ayudarnos.
¿O
aún es muy difícil de entender? No son cosas mías, son cosas del
Cristo.
No
es cuestión de pasividad
Con
todo esto, mucha gente piensa ser espiritual es muy pasivo; que yo
mismo estoy de brazos cruzados, que estoy estúpidamente sometido a
la pasividad y que no pienso en mi futuro ni en el de mis series
queridos.
Y
a estos les debo decir que hay diferentes formas de luchar; que
luchar no es solo enfrentarse a otro.
Parte
de mi lucha es tratar
de enseñar a las personas cuál es la lucha que se debe emprender
para que Dios de verdad pueda estar de nuestro lado.
Dios
no puede apoyarnos en luchas que vayan contra sus mismos preceptos; y
esto es bueno que las personas lo entiendan de una vez; que dejen su
ingenuidad espiritual y sean más formales.
Gracias
a Dios, no todos deben entender lo que digo; solo es necesario un
pequeño número de personas. Yo lucho por esas pocas personas que
saben que deben “amar/preferir a Dios sobre todas las cosas”. Si
conseguimos ese número de personas, Dios podrá hacer por todos.
Ahora,
siempre me preguntaré ¿con qué intenciones ocultas escondieron la
necesidad de comprometernos y cumplirle cabalmente a Dios como
requisito para recibir beneficios especiales de Su parte?
Iglesias,
“pónganse las pilas”; el Apocalipsis existe.
Namasté.
ShaniShaktiAnanda
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
494AS. (8 de mayo del 2017)http://www.shanishaktiananda.com
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maestro, arriba, lineamientos, sermón del monte, iglesias, luchas,
Jesucristo, Cristo, apocalipsis.
Yo era muy suceptible y muchas veces llore cuando me movia fuerte con sus palabras o con hechos pero siempre sabia que lo hacia por mi bien. Es como cuando mi hijo me regaña por comer mayonesa y tomar refrescos y yo me molesto pero se que tiene la razon ya que es por mi vida. Yo creo en sus enseñanzas y me hsn transformado, nunca me aleje espiritualmente pero fisicamente mi situacion cambio y tengo mucha responsabilidad con mi Madre. Un Maestro te señala el camino pero no te acompaña pues cada uno debe hacer el esfuerzo para avanzar. Pase unos dias muy triste cuando se retiro del Facebook pero lo persigo por las redes para leer sus enseñanzas. Gracias Maestri. NAMASTE
ResponderEliminarNamasté Maestro 🙏🏻 gracias por las enseñanzas por corregirme, perdón por las veces que fallo, pero como usted lo ha dicho todo esta escrito.
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