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martes, 1 de julio de 2014

Una Señora muy especial para mí



Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
v2.2 (revisión del original del 2008)

El amor de una madre es el amor más grande que hay en la tierra; y cualquier cosa que se escriba de una madre se queda corto frente a lo que es el verdadero sentimiento. Y mucho más de una madre que ha sabido entregar amor el cien por ciento del tiempo; de cualquier forma, pero amor.

Pero esta vez no voy a hablar de mi madre, a la que amo como a ninguna. Sino que voy a hablar de una Señora que conocimos en mi familia; por esas “casualidades” que no son casualidades. Simplemente porque el destino nos tenía de entrelazar, gracias a una tía y a una enfermedad, una de mis tantas dolencias de niño.

Hablo de una Señora que pudo no haber significado mucho para mí; que pudo haber sido una visita más, haber sido solo una “pariente política de una tía mía”.

Pero fue una Señora que venía a la casa a sentarse en la cocina, de poco hablar, de mucho rezar, orar y meditar; y de aún más hacer por los demás. Pero no oraba a voces, oraba como se debe, desde su Ser Interior; desde donde Dios la oía sin duda alguna y le respondía a todo lo que ella pedía, generalmente en nombre de los demás.

Era una Señora que tenía apartada su camita en el cuartito de la cocina, para cuando venía cansada y así pudiera reposar un poco. Desde allí ella dormía, meditaba, sanaba, perdonaba, escribía; y se entregaba a Dios como siempre lo hacía en cada respiro que daba.

Una Señora presta a dar sus manos para ayudar a sanar cualquier dolencia. Una Señora de la cual, luego de muchos años, comienzo a darme cuenta tenía un conocimiento que no se adquiere aquí en la tierra. Una Señora que, muy humana como era, con sus inconvenientes y cosas buenas, trabajaba desde el Espíritu.

Una Señora que iba de casa en casa a costa de sus propias fuerzas, simplemente por el hecho secreto de que su presencia le hacía bien al lugar donde entraba. Una Señora que no era una santa, que no era una virgen. Una Señora con familia, con hijas e hijos que la querían y a los que ella quería de forma entrañable; con muchas personas también que la admiraban y otros pocos que no la comprendían.

No conozco su historia, no sé cómo llegó a dedicarse a esas cosas del Espíritu, aunque ahora tarde es cuando me gustaría saberlo; simplemente por curiosidad, simplemente por comparar, simplemente por el honor que yo le pudiera brindar conociéndola más.

Yo no sé si su familia pensaba lo mismo, yo no sé si esa impresión la daba a las demás personas, pero esa era la Señora que yo conocí desde muy pequeño. La misma que me regalaba libros y libros para que los leyera o simplemente “se los guardara” (con la misma oculta intención de que algún día yo los hojeara). La misma Señora que a mis nueve o diez años me comenzó a hablar de cosas que yo no entendía pero que ella sabía que debía aprender. La misma Señora que un día de aquellos, pidiéndome un papel de pergamino, me escribió en la cocina, con su puño y letra, sellos sagrados y me los dio a guardar. Dios sabrá por qué, después de más de 25 años, aún los mantengo en mi cartera.

Pues si, Dios sabe que sus enseñanzas nunca las olvidé y que de alguna forma guiaron toda mi vida. Y ruego porque le permita que ella saber que y han comenzado a cristalizar muchas de  sus enseñanzas; que empiezan a tener sentido muchas de las palabras que no entendía cuando me las decía de niño; que empiezo a entender mucha de la energía que ella brindaba a los demás.

Y sí, supongo que ella sabía que llegaría la hora; aunque no pudiera verlo en físico. Ahora lo está viendo con el espíritu, porque si antes siempre estaba pendiente de mí, ahora si puede estar siempre conmigo.

Si se puede llamar Maestro a quien te enseñó a dar los primeros pasos antes de que pudieras ni siquiera ver; si te pudo enseñar con su sola presencia; entonces esa Señora fue mi primera Maestra Espiritual en la Tierra, sin decirlo y sin yo enterarme.

Maestra de Misticismo Crístico, de Piramidología, de Angeles, de Magia Blanca, de Sanación Prácnica, Maestra de maestras de Consciencia Universal, de Botánica, de Sellos Sagrados, Maestra del “Yo Soy”, Maestra de Cromoterapia, de Leyes Universales, de Mantras, de Mudras, Maestra de Canalizaciones y de “Yo Superior”; y no porque tuviera títulos de cada uno de estos, sino porque luego de tantos años puedo catalogar sus ríos calmados de enseñanzas en estas artes y muchas otras.

Me enseñó, entre muchas cosas, una de las más importantes en este camino: a reconocer que somos Uno con la Consciencia Universal; y solo debemos aprender a conectarnos con ella de forma consciente.

Cuando aún hoy sigo aprendiendo y tomo un tema nuevo, vienen a mi memoria enseñanzas que lo recuerdan; dichas con palabras sencillas, con actitudes fáciles, que demuestran su Maestría de vida.

Además de mi hermana, no se si dejó muchos otros pupilos, no creo que haya sido su meta. Pero yo me considero el más humilde de sus aprendices; el “Pedrito” al que ella le hablaba y el que se paraba calladito en la puerta de la cocina simplemente para oírla hablar o para solo estar en su presencia. Callados los dos, compartiendo la misma esencia en el Uno.

Cuántas veces me sanaste; cuántas veces me enseñaste; cuántas veces recibimos las bendiciones de tu callada presencia. Cuánto agradecimiento deben de tener mi mamá y mi papá por ti.

Bendición Sra. Wencita. Dios te siga bendiciendo Sra. Wencita.



(en casa, con mi mamá a la derecha de la foto)



Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Revisión; 01 de Julio del 2014 (v2.2)
Octubre, 01 del 2009 (v2.0)
Enero, 02 del 2008 (v1.0)
http://www.sanacioncristica.org
Twitters: @SanaCristica @eReiki @EvolConsc @pagr777 @AdamaConsc
Palabras: señora, eubencita, maestra.

3 comentarios:

  1. Gracias maestro, por compartir tanta inspiracio y poesia expresada en este escrito, tan personal y valioso de su vida. Y me atrevo con todo el respeto e inclinando mi cabeza, a decir que la señora wencita, sabia muy bien a quien le estaba trasmitiendo sus conocimientos y libros entre otras cosas importantes.. en donde quiera que ella este, esta orgullosa por que siempre supo que lo que le trasmitio no fue en vano, mas en cambio fue muy bien aprovechado y honrado.. gracias a dios por permitir que personas ajenas a su familia tan bien se benefician de ese ser tan importante a travez de usted.... namaste f. J. G. Y

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  2. Namasté Maestro.

    Dios bendiga a tu Maestra. Ella sembró en tierra fértil.

    CEH

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