Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
El
día de ayer, en la misa de Pascua de Resurrección (domingo), el
Monseñor de la Catedral de San Jorge a la que asisto, dio una de sus
hermosas homilías.
De
ella quiero rescatar una corta idea que me llamó a la reflexión
sobre cuánto de ella la entendemos los cristianos. Palabras más o
palabras menos, el Monseñor apuntó:
“El basamento de nuestra fe es la
resurrección de nuestro Señor Jesús. Si esto no hubiera sido así,
no seríamos nada.” (me disculpo por la cita de
memoria)
¡Palabras
santas!, que me permiten expresar mi reflexión sobre ese hecho de la
resurrección.
Todos
los cristianos (operativos) debemos tener claro lo que significa
resucitar. Resucitar (como causa del proceso de resurrección)
significa entrar a la “Vida Eterna” (o entrar al Cielo, o llegar
al Padre).
Esto
quiere decir, que el objetivo de nuestra fe cristiana es el de
enseñarnos a cómo ganarnos la Vida Eterna.
Hago
las preguntas abiertas:
¿Cuántos
de los que se dicen cristianos pretenden utilizar su fe
principalmente para que les vaya bien en este mundo terrenal?
¿Cuantas
veces oramos a nuestras imágenes religiosas para que nos resuelvan o
nos ayuden a resolver nuestros asuntos terrenales?
¿Acaso
nuestro Señor Jesús vino para que nos vaya todo “chévere”?
Es
cierto que todo cristiano sabe (hablo de cristianos operativos), que
unas de las cosas que promueve las enseñanzas que recibe, es una
sana convivencia humana. Por lo tanto, si nos comportamos como
cristianos de verdad, pues podremos comenzar a llevar vidas más
tranquilas y pacíficas; sobre todo a nivel interior.
Pero
es en ese orden: primero debemos buscar comportarnos como cristianos
de verdad y luego, como consecuencia de ese comportamiento, iremos
conquistando la vida en paz que nos mereceremos.
Debemos
recordar la enseñanza cristiana: “Busquen el reino de Dios por
encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará
todo lo que necesiten (para vivir en paz).” (Mateo 6:33)
Y
no bastando con esto, la lectura de este mismo Domingo de
Resurrección citaba:
Colosenses 3:1-4
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Reina Valera Contemporánea (RVC)
1 Puesto que ustedes ya han resucitado
con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a
la derecha de Dios.
2 Pongan la mira en las cosas del
cielo, y no en las de la tierra.
3 Porque ustedes ya han muerto, y su
vida está escondida con Cristo en Dios.
4 Cuando Cristo, que es la vida de
ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados
con él en gloria.
¡Eureka!
Aquí está lo que distingue a los cristianos que como tú celebraron
y adoraron el hecho de la resurrección. Es siempre más importante
las cosas espirituales (del Cielo) que las de la Tierra. El Cielo y
las cosas de Dios son el objetivo de vida para todo cristiano.
La
autoevaluación que siempre propongo es el de ver qué nos preocupa
más; o que nos quita más el sueño.
¿Te
preocupas o afanas más por cosas terrenales que por las cosas de
Dios? ¿Te angustia más tu realidad aquí en la tierra, que la
posibilidad de no ganarte el Cielo?
¿Acaso
crees que tiene ya el Cielo ganado? Revisa Mateo 7:21 y los capítulos
anteriores a este.
¿Pasaste
la autoevaluación como todo buen cristiano que celebró la
resurrección de su Señor Jesús?
Bueno,
mejor lo dejo hasta aquí. Espero que hayas pasado una Semana Santa
de reflexión y compromiso con tu Vida Eterna.
El
domingo, el último día de esa Semana Santa, Jesús te demostró con
su resurrección el premio que te llevarás al final: la Vida Eterna.
Confío en que es más que suficiente para ti.
Dios
te siga bendiciendo.
Namasté
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original:
06 de abril del 2015
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Palabras-claves:
domingo, resurrección, pascua, Jesús, semana, santa,
Hola Maestro.
ResponderEliminarGracias por sus deseo.
Me pregunto: hasta que punto debemos llevar una vida justa. Vivir constantemente con ella nos aparta del camino correcto? Cual es el limite? Hasta dinde no buscar la justicia?
Namaste.