Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
En
el proceso de vivir hay dos extremos hacia los cuales podemos enfocar
nuestras vidas: hacia un extremo de logros puramente terrenales y
hacia un extremo de logros netamente espirituales. Siempre se ha
dicho que los extremos son inconvenientes y afortunadamente ninguno
de nosotros vive probablemente en ninguno de esos extremos.
Pero
lo que si es cierto es que todos nosotros tenemos una Tendencia
de Evolución,
una forma en la que enfocamos nuestra vida, independientemente si la
ubicamos en cualquier parte cerca o lejos de cada uno de los
extremos.
Esta
tendencia es la que nos da la dirección
de crecimiento;
podemos estar persiguiendo logros espirituales (crecimiento
espiritual) o logros terrenales (materiales, mentales, etc.)
Decir
a estas alturas cual es la mejor tendencia no tiene sentido; como
decía mi madre “cada quien hace de su vida un saco y se mete
dentro”, pero si permítanme subrayar dos fuerzas que guían esas
tendencias para que las podamos aprovechar.
Estas
dos fuerzas las suelo nombrar por las actitudes que aparecen en las
personas que las utilizan, estas son Empecinarse
y Desistir.
Veamos dos definiciones:
empecinarse
- obcecarse, obsesionarse, obstinarse, empeñarse, insistir, emperrarse (http://www.wordreference.com/sinonimos/empecinarse)
desistir
- abandonar, renunciar, cejar, dejar, abdicar, ceder, desentenderse (http://www.wordreference.com/sinonimos/desistir)
Si
únicamente presento este gráfico sin explicación, estaría optando
al premio mayor de descrédito público, porque hay cosas que parecen
contradictorias o tristes si no se ponen en el contexto apropiado.
Comienzo a enumerar:
- En la gráfica pareciera que la terrenalidad y la espiritualidad son dos aspectos irreconciliables y que nunca se van a poder tener juntas. Pues no pretende serlo, recordemos que no estamos hablando del lugar donde estamos parados (si más hacia el plano terrenal, o más hacia el plano espiritual) estamos hablando de la tendencia evolutiva. Podemos estar muy cerca del plano terrenal, pero nuestra tendencia nos puede ir llevando a conseguir logros espirituales o viceversa.
- Es verdad entonces que la tendencia que llevemos logrará desplazarnos poco a poco hacia uno de los extremos, y no está mal, mientras nuestro bienestar se mantenga.
- Y nuestra medida de bienestar general de vida (alegría/felicidad/satisfacción) es puntual en nosotros, es personal, la llevamos dentro y no está condicionada por el lugar donde estamos parados en la recta de la vida.
Pero
si podemos tener bienestar en el punto que sea ¿para qué nos sirve
esta teoría de tendencias de evolución?
En
nuestro camino de crecimiento lo que debemos siempre tener en cuenta
es la medida de nuestro bienestar. Este bienestar es el indicativo si
estamos haciendo las cosas bien o no, o si debemos cambiar nuestra
actitud (forma de pensar, de actuar, de ver las cosas) o no.
En
caso de que sintamos que nuestro bienestar se deteriora, o que
definitivamente podría ser mayor, lo que aconsejo en la práctica
evolutiva es el darnos cuenta de nuestra tendencia evolutiva y
cambiarla (ajustarla). Y mi experiencia personal apoya esta práctica.
Veamos con detalle.
En
nuestra sociedad moderna, centrada en la consecución de logros
terrenales (materiales, organizacionales, intelectuales, económicos,
reconocimiento por terceros, etc.) la fuerza que guía es el del
empeño, la insistencia, la persistencia, el empecinamiento
en alcanzar lo que se desea. Cuanto más fuerza se ejerza en ese
sentido, más logros terrenales parecen obtenerse. Hay que esforzarse
en eso.
Pero
cuando se habla de logros espirituales, muchas veces queremos
alcanzarlos con la misma fuerza del empeño, y resulta que nos
estamos alejando de ellos. En este caso la fuerza que guía es la de
desistir.
Parece un contrasentido, pero desistir no significa quedarse de
brazos cruzados; desistir significa dejar
que las cosas sucedan luego de haber hecho nuestro mejor esfuerzo,
desistir significa hacer
y hacer sin expectativas pero manteniendo siempre las esperanzas.
Cuando
se desean conseguir logros espirituales hay que entender que no
controlamos todos los procesos en el camino a ellos, que hay asuntos
espirituales que no entendemos y que sólo somos obreros dentro de un
plan de evolución muchísimo mayor. Esta idea nos lleva a entender
que empecinarnos en algo que ni sabemos por dónde va, que ni tenemos
idea clara de cómo funciona. no tiene sentido y que tiende a
llevarnos a frustraciones que pueden estancarnos.
El
desistir como tendencia espiritual implica desistir de esperar
resultados perfectamente determinados en tiempo, alcance y forma;
significa también desistir de engancharnos en estados de malestar o
de comodidad patológica; desistir de esperar que nuestras acciones
sean correspondidas (por los demás o por Dios mismo) según como
“nuestra lógica” lo indica. Resumiendo, desistir implica dejar
de esperar que se haga “nuestra voluntad”. Y todo este intento de
desistir implica mucho esfuerzo, una y otra vez.
Hay
que acotar muy bien esto. En el camino de evolución hay que aplicar
esfuerzo sea cual sea la tendencia que se lleve. El esfuerzo no debe
entenderse como “esfuerzo sufrido” pero sí como intencionalidad
consciente, como querer hacerlo, como tenerlo por meta.
Por
eso es necesario saber qué estamos haciendo con nuestras vidas, si
empecinándonos o desistiendo. Si estamos felices sigamos como vamos;
si quisiéramos crecer, sanar o simplemente mejorar, a lo mejor
tenemos que buscar formas de activar la fuerza de tendencia contraria
en nuestro camino de vida; eso de seguro mejorará nuestro bienestar.
Cuando
desistimos (desde el punto de vista espiritual) sin dejar el
esfuerzo, permitimos que Dios actúe en nuestra vidas de forma más
activa; “a Dios rogando y con el mazo dando”. Si vivimos creyendo
que los logros dependen únicamente de nuestro empecinamiento Dios
dice amén y honra nuestra intención, dejando que nuestras manos
sean las que hagan el trabajo, es aquí cuando nos damos cuenta que
este mundo es muy difícil de manejar.
Namasté
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original:
07 de noviembre del 2012
Twitter:
@eReiki
Maestro:
ResponderEliminar!que preclaro!
Me gusta mucho este artículo, ilustrativo, sencillo, aleccionador.
Lo comparto.
Namasté
Muy oportuno para mi este articulo, gracias Pedro, Namaste
ResponderEliminarMaestro; a desistir se ha dicho....Namastè.
ResponderEliminar"Cero expectativas..." no fue fácil y creo que aún no lo es... Pero gracias a este camino poco a poco se va logrando y es realmente impresionante ver como todo fluye cuando las expectativas no están en el medio, así como todo puede irse abajo en el momento en que se asoman... una vez más gracias por sus enseñanzas Maestro.
ResponderEliminarNamasté
Maestro, este es uno de los articulo que mas me invita constantemente a reflexiona, gracias maestro, es el Articulo clave para cero expectativas !! seguirá siendo articulo de reflexion para mi.
ResponderEliminarNamaste