Autor:
Pedro A. Gómez Ruzzo
A. Adhikari: Namasté.
Maestro; muchas veces usted ha dicho
que debemos cuidar nuestro comportamiento como discípulos, y aún
más dentro del grupo de crecimiento espiritual. Pero en realidad
sigo sin estar claro en algunas cosas. Mi primera duda es saber
¿cuáles errores puedo yo cometer como discípulo dentro del grupo?
Maestro: Namasté
Bien. Lo primero que debes entender
es que pertenecer a un grupo de crecimiento espiritual es solo una
oportunidad de acelerar la manifestación de tu espíritu es tu vida
terrenal; esto es crecer espiritualmente. Pero es importante que lo
veas solo como una oportunidad; nunca será una obligación o algo
indispensable para vivir. Mucha gente no está en un crecimiento
espiritual activo y aún así puede vivir correctamente, con sus
altibajos normales.
Pero mientras estés en él, debes
cuidar de que tu comportamiento no interfiera con la dinámica del
grupo, incluyendo a la del Maestro; me explico.
El Maestro dentro del grupo, más
allá de dar enseñanzas, propone escenarios de vida que los
discípulos deben asumir como parte de la enseñanza espiritual. Esta
convivencia dentro del grupo, plantea “escenarios controlados”
que deberían ser la primera oportunidad de aplicar tus dones
espirituales. Créeme que es más fácil aplicar tus dones
espirituales entre personas que al igual que tu intentan hacerlo; que
aplicarlos en tu vida cotidiana.
Si entonces no haces un esfuerzo
sincero o cometes errores de forma sostenida, pues lo que se
evidencia es que ni el grupo, ni la enseñanza del maestro te están
sirviendo para crecer espiritualmente. Ese es el primer error que
puedes cometer.
Y no me refiero a que no podemos
equivocarnos; es claro que estamos aprendiendo; pero para el Maestro,
el límite lo da el mismo grupo.
Aquí comienza el segundo error.
Un maestro espiritual hace un esfuerzo supremo tratando de crear un
espacio de aprendizaje espiritual; y como bien sabes, eso se logra
controlando todos los procesos mentales y todos los procesos
emocionales negativos (además de los procesos astrales).
Toda enseñanza espiritual dentro del
grupo debes utilizarla para tratar a “tus propias miserias” en tu
vida cotidiana. Pero cuando el proceso es a la inversa, es decir, que
“tus miserias se manifiestan dentro del grupo”, se comienzan a
gestar procesos de malestar entre los integrantes. Esto interfiere
con lo que el Maestro y los otros discípulos intentan controlar.
A. Adhikari: ¿Pero esos otros
discípulos no deberían tener la obligación de lidiar como ese
malestar introducido por el discípulo errado?
Maestro: Si el malestar introducido
afecta a una sola persona, el Maestro puede no interferir; ya que
efectivamente entre ambos debería resolverse la situación.
Pero cuando la perturbación abarca a
dos o más personas, todo el grupo se descontrola; y en trabajo del
Maestro se entorpece. Recuerda que es un “grupo de crecimiento
espiritual intencionado y controlado” y las perturbaciones externas
no planificadas no ayudan.
Pero te pregunto ¿recuerdas a qué cosas me refiero cuando hablo de “tus propias miserias”?
Pero te pregunto ¿recuerdas a qué cosas me refiero cuando hablo de “tus propias miserias”?
A. Adhikari: Sí, creo que sí.
Nuestras miserias pueden ser cosas como: celos, rencores, necesidad
de protagonismo, necesidad de aceptación, carencias emocionales,
intención de manipulación, intolerancia, etc.
Maestro: Exactamente. Esas son algunas
de las puedes llegar a sanar con tu crecimiento espiritual; por lo
tanto no pueden ser las protagonistas de tu convivencia dentro del
grupo. Si buscamos erradicarlas, no las queremos adentro. ¿Me
explico?
A. Adhikari: Si, claro.
Maestro: Pero aún podría destacar un
tercer error que se puede cometer dentro de un grupo de
crecimiento espiritual; y en espacial con la enseñanza que recibes.
Si tu permanencia o convivencia dentro
del grupo de crecimiento espiritual (incluyendo al Maestro), comienza
a afectar negativamente tu vida cotidiana (y me refiero a pareja,
familia, trabajo, amigos, etc.) entonces debes abandonar el grupo.
A. Adhikari: Pero Maestro, eso parece
ser lo común; que los que nos rodean comiencen a “rechazarnos” o
a “mirarnos raro”
Maestro: Ciertamente. Tanto nuestras
parejas, familiares y amigos, pueden sentirnos “extraños” cuando
comenzamos un camino de crecimiento espiritual; porque efectivamente
empezamos a ser diferentes a lo que éramos antes. Y esta “extrañeza”
puede hacerles sentir cierto malestar hacia nosotros.
Pero allí entra la enseñanza. La
primera tarea de cada discípulo es demostrarle a los demás que con
la enseñanza espiritual que él obtiene, también pueden ser más
felices los que le rodean; no solo él.
Esto sí es vital.
Ninguna enseñanza espiritual puede ser egoísta: beneficio para el
discípulo y malestar para sus seres queridos.
Entonces, si el discípulo no puede
generar algún bienestar a su alrededor con la enseñanza que recibe;
debe retirarse del grupo de discípulos; porque esta no le está
sirviendo para nada.
A. Adhikari: Entendidos los tres
errores. Sé que puede haber más errores; pero estos parecen ser los
más comunes. Pero entonces, mis otras dudas son en caso de que
llegue a cometer algunos de los errores: ¿qué sucede? ¿qué
consecuencia tiene? ¿puedo arreglarlo? ¿puedo volver a entrar?
Maestro: En los errores cometidos la
única consecuencia es tu retirada del grupo. Más nada. Y como nadie
muere por pertenecer o no a un grupo espiritual; pues no debería
haber ningún problema mayor. No sería el fin del mundo.
Pero el discípulo puede asumir de
mala manera esa necesidad de retirarse. Esto ocurre cuando hay
miserias afloradas: orgullo, falta de humildad, dependencias
afectivas, entre otras. Si esto pasara, el retiro sería mucho más
urgente; porque el discípulo debe buscar ayuda profesional para
tratar dichos trastornos.
Si se presenta la necesidad de
retirarse y el discípulo efectivamente lo asume con humildad; no hay
absolutamente ninguna otra consecuencia, ni terrenal ni espiritual.
El problema se presenta cuando no se
asume el retiro necesario.
Generalmente cuando el discípulo no
respeta al Maestro, le cuesta mucho más retirarse del grupo; porque
para él se vuelve más necesario su necesidad de permanecer en el
grupo que lo que representa el trabajo del Maestro.
En esos casos problemáticos,
comienzan a moverse energías en planos superiores (me refiero a
componentes kármicos) que terminan comprometiendo al mismo
discípulo.
Por eso, siempre les repito que
cuando sientan que las enseñanzas, o el grupo o el Maestro les
traigan más incomodidades que bendiciones, lo mejor es retirarse
amablemente.
A. Adhikari: ... pero ¿el Maestro me
dirá cuando debo retirarme?
Maestro: No necesariamente. Por eso
siempre dejo las cosas claras. El Maestro puede no decirte nada;
porque en realidad la medida de tus errores son tus propios
sentimientos y los sentimientos que tú estarás generando en el
grupo.
Pero puede llegar el momento en que
el Maestro necesite pedirte oficialmente que te retires, en caso de
que tú no lo hagas. En ese caso, perderás cualquier oportunidad
futura de reingresar en el grupo. Si no te das cuenta por ti mismo y
no asumes tu responsabilidad de retirarte; estarás demostrando una
inmadurez espiritual de difícil crecimiento. Allí no habrá vuelta
atrás.
Aunque el Maestro evitará al máximo
pedirte que te retires (simplemente para darte oportunidad) siempre
habrá señales claras que disiparán tus dudas de que si debes o no
retirarte. Ante la incertidumbre; lo mejor es hacerlo. Si te retiras
y no te correspondía, incluso el mismo Maestro puede volver a
llamarte.
A. Adhikari: Es decir, que ¿puedo
volver a reintegrarme en al grupo después de retirarme?
Maestro: Si detectas la necesidad de
retirarte y lo haces por tu propia cuenta, la posibilidad de
reintegrarte existe; pero igual dependerá del Maestro.
Si es el Maestro quien te pide que te
retires, no podrás reintegrarte más.
Es cualquier caso, el retiro no
implica malestar del Maestro hacia el discípulo; porque no se debe
ver como un castigo ni como una ofensa. El retiro, voluntario o
solicitado por el Maestro, es simplemente un reconocimiento que ese
grupo de crecimiento espiritual no te está ayudando a estar mejor;
simplemente eso. Siempre puedes buscar otras ayudas.
A. Adhikari: Ok; pero ¿cómo vuelvo?
Maestro: El requisito inicial para
tener la oportunidad de volver es que “te retires” de forma
efectiva. Nunca intentes quedarte porque tú lo quieres o porque
lo necesitas. El día que sientas que “necesitas para vivir” al
grupo o al Maestro, podrás estar manifestando una dependencia
patológica que debe comenzar a tratarse profesionalmente; y no
precisamente dentro del grupo.
La posibilidad de volver se abre en
el mismo momento que asumas con madurez tu retiro. Si buscas “hacer
creer”, manipular, crear alianzas dentro del grupo; con la
intención de no retirarte; serás el primer candidato de hacerlo; y
por supuesto de no volver.
A. Adhikari: Entendido Maestro. Estaré
atento no solo a sus enseñanzas, sino a mí mismo. Y si algún día
tengo que retirarme ruego a Dios que me dé la fuerza para poder
hacerlo y así no deshonrarlo. De cualquier forma siempre tendrá mi
respeto y me quedará lo aprendido, con lo me seguiré esforzando en
mi día a día.
Gracias Maestro.
Namasté.
Maestro: Dios te bendiga.
Namasté.
Pedro
A. Gómez Ruzzo.
Master
Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki, Reiki Mineral
Original:
25 de enero del 2015.
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Palabras-claves:
crecimiento espiritual, discípulo, retirarse, maestro
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