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domingo, 25 de enero de 2015

Escencia Crística y Escencia Mariana


Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo

En varios de mis artículos hago referencia al concepto de “escencias” y en especial a las escencias “Crística” y “Mariana”. Así en honor la solicitud de algunos de ustedes y para que todo quede un poco más claro, voy a explicar en qué consiste.

Tenemos que comenzar comprendiendo el concepto general de “escencia”.
Lo primero que parece haber, es un error ortográfico en la misma palabra. Debería ser “esencia” en vez de “escencia”; y aunque el significado puede ser el prácticamente el mismo, el ámbito de referencia es lo que hace la diferencia; según me fue enseñado y yo trasmito.
La “esencia” o “escencia” hace referencia a lo medular, a lo importante, a lo que nos identifica desde nuestro interior. Podemos tener diferentes formas, apariencias, niveles, pero nuestra escencia es lo que nos define en realidad.

Por ejemplo, puede ser una conserva de coco, un arroz con coco, una cocada, un caramelo de coco; y más allá de la presentación, la esencia de coco es la que se mantiene y caracteriza a todo lo nombrado.

Cuando hablamos de “eso” de caracteriza a cosas terrenales, hablamos de esencias. Pero cuando nos referimos a esos “sabores” a niveles astrales y espirituales, los llamo “escencias”. Eso es una de las diferencias que determina la escritura de la palabra (con el perdón de la RAE).

Y al igual que en lo material la esencia le da a las cosas una cualidad particular (olor, sabor, color, textura, etc.); la escencia como componente astral le da a los seres vivos una cualidad especial.

Una escencia se puede ver muy bien como una energía que poseemos y manejamos más allá de nuestra realidad física y mental (en el plano astral), la cual condiciona nuestra existencia a la hora de ver la vida, de asumirla, de accionar en ella e incluso nuestra misión de vida. Además de definir nuestro “carácter” a nivel astral/espiritual, también nos puede brindar ciertas capacidades y dones que parecieran venir “del más allá”.

Entonces, si tratamos de hacer un paralelismo con el plano terrenal; nuestra escencia terrenal se podría parecer más a nuestro carácter (que vamos formando con los años y nuestras experiencias de vida), y nuestra escencia astral podría ser más nuestro temperamento (nacemos un poco con él). Este paralelismo no es totalmente cierto; pero sirve para ilustrar la diferencia.

Todos los seres humanos tenemos una escencia astral; pero el común de las personas no maneja una escencia única, sino una combinación de esencias astrales, en diferentes proporciones. Esta combinación es lo que les da una característica particular a cada individuo.

Dichas escencias pueden venir de nacimiento o ser adquiridas a lo largo de la vida, esto último como parte de un crecimiento espiritual.

¿Astral o espiritual?

La escencia de la que hablamos, corresponde entonces a una energía que perteneces al plano de existencia astral; que como ya sabemos es el inmediatamente inferior al plano espiritual. El Plano Espiritual viene luego del Plano Astral.

Pero recordemos que el plano astral es un degradé de energías, que van desde las más densas (astral bajo, que comienza cuando termina el plano terrenal), hasta las energías más sutiles, altas o iluminadas (astral alto, que termina al comenzar el plano espiritual). Por lo tanto, las escencias también se pueden graduar en escencias más densas o escencias de más Luz. Recordemos también que la cantidad de Luz es el parámetro de medición de la calidad energética del plano astral.

Entonces, cuando una escencia astral es de una calidad muy alta (de mucha LUZ), se suelen nombrar como “escencias espirituales”. Aunque estas aún estén en el plano astral, son de una vibración muy próxima al plano espiritual.

Dos de estas “escencias espirituales” (astrales muy altas) son de las que quiero hablar aquí: La Escencia Crística y la Escencia Mariana.


La Escencia Crística

La Escencia Crística es una escencia de muy alta vibración, que concede una “forma de entender la vida, de ser, de pensar y de actuar” que define a alguien como Nuestro Señor Jesuscristo.

Generalmente se suelen entender a las escencias espirituales, identificándolas con personajes espirituales y sus formas de vivir la vida o incluso con sus misiones de vida.

Jesús de Nazareth fue llamado “el Cristo” porque manifestó en su vida una conducta muy pura que reflejaba su “Escencia espiritual Crística”.

Cuidado, esto no quiere decir que cualquier persona que manifieste la Escencia Crística sea Jesucristo, no. Pero poseer y manifestar en algún grado dicha Escencia Crística, va a permitirle a la persona guiar su vida dentro de lo que Jesús propuso como forma de vida.

Dentro del conocimiento místico, se sabe de toda persona que logra entender, esforzarse y “enamorarse de Jesús”; es porque dentro de su mezcla de escencias astrales, tiene una porción de Escencia Crística.

El hermoso proceso de conversión al cristianismo, definido como ese momento en que tu alma (tu astral) descubre que Jesús es tu Señor y Salvador y te comprometes a vivir cómo Él te lo pidió, no es más que el momento cuando una persona comienza a manifestarse en alguna proporción la Escencia Crística dentro de sí.

Por eso se dicen: “... muchos serán los llamados pero poco los elegidos...”; ya que muchos podrá escuchar y entender las enseñanzas del Cristo, pero solo podrán actuar como cristianos los que adopten la Escencia Crística.

Pero esta frase no plantea una limitación ni una condena. Si una persona no tiene una escencia espiritual particular; con el escenario y la práctica apropiada (además del esfuerzo necesario) se puede llegar a adoptar cualquier escencia con la que no se haya nacido.

Esta es una de las funciones de las iglesias cristianas: brindar los escenarios y la práctica necesaria (además de exigir el esfuerzo requerido), para que las personas se conviertan al cristianismo; es decir, adopten la Escencia Crística. Eso significa ser “pescadores hombres”.


Utilización de escencias astrales/espirituales

Pero cuidado. No es suficiente tener o adoptar la Escencia Crística para ser buen cristiano. Esta escencia (como cualquier otra) hay que operacionalizarla; hay que utilizarla en la vida cotidiana. “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. ” (Mateo 7:21)

Como tenemos una mezcla de escencias en astral, podemos priorizar algunas y deprimir otras; eso lo que suele pasar. Para ser un cristiano de verdad, una vez que tengamos a la Escencia Crística, debemos darle protagonismo a esta antes que a las demás.

Como la Escencia Crística es una de las más altas que podemos manejar; una de las más cercanas a Dios (al plano espiritual) en comparación con las otras que podamos tener, nos traer como reflexión nuestro primer mandamiento: “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mateo 22, 37). En enseñanza mística esto significa que: “preferirás a la escencia espiritual más alta que tengas; a la más cercana al Plano Espiritual, sobre todas las demás”.


La Escencia Mariana

Todo lo dicho sobre la Escencia Crística se aplica para la Escencia Mariana. La única diferencia importante es que la referencia de personaje representativo la tenemos en Nuestra Señora la Virgen María.

Si estudiamos y comprendemos lo que significa la vida, obra y misión de la Virgen María, entenderemos como se comporta un ser con una Escencia Mariana operativa.

Las mismas consideraciones de posibilidad de adopción y de honra sobre las demás se aplican a la Escencia Mariana.

Pero sí hay una diferencia sutil entre las escencias Crística y Mariana. La Escencia Mariana es más “alcanzable” para el común de las personas que la Escencia Crística.

No quiero decir que sea más fácil la Escencia Mariana; porque también requiere de su escenario, práctica y esfuerzo necesario. Pero desde el mismo momento en que todos hemos tenido una “madre” (por lo menos por 7 meses, dentro de la barriga), ya todos hemos experimentado “cómo se siente esa energía en astral”. Por lo tanto, el adoptarla suele ser más exitoso en las personas.

Pero no solo eso. Está establecido en los niveles de vibración de las energías en el plano astral, que únicamente se puede llegar a conocer o adoptar la Escencia Crística, cuando ya se haya adoptado y experimentado con la Escencia Mariana.

Si lo vemos desde nuestra fe religiosa, nos damos cuenta de que el único requisito real para que Jesucristo viniera a nuestro mundo (como representante de la Escencia Cristica) es que existiera alguien con una Escencia Mariana ciento por ciento manifiesta, como lo fue la Virgen María. María con su forma de ser (manifestación de su Escencia Mariana) fue lo que permitió que Jesús naciera.


Diferencias operativas entre la forma de ser con Escencia Mariana y Escencia Crística.

Coloco este título solo con la intención de recordar que les voy a quedar en deuda con la explicación detallada. Las características operativas de ambas escencias requerirían muchos párrafos de explicación para luego compararlas. Pero lo anoto en mi lista de pendientes.

Solo me voy a permitir advertir, que la identificación de lo que hace y de cómo vive cada una de estas escencias se debe hacer desde parámetros espirituales místicos. No hay que hacerlo desde las versiones muy humanas y sentimentales que tenemos de Jesús y María; las mismas que nos han presentado desde siempre.

Quien pudiera leer en la escultura de ”La Piedad” de Miguel Ángel; encontraría todo lo que me faltaría por explicar.

De cualquier forma voy a dejar unas pocas características superficiales (nada rigurosas) con las cuales se pueden asociar dichas escencias:



Escencia Crística
Escencia Mariana
Figura representativa: Jesús de Nazareth
Figura representativa: Virgen María. (En otras religiones hay equivalentes exactos en las correspondientes escencias femeninas)
Más correctora.
Más maternal.
Más orientada a la acción.
Más orientada al auxilio; a resolver en situaciones apremiantes.
Compromiso de logros hacia Dios
Aceptación (“no paralizante”) ante los designios de Dios
Entrega de su propia Vida Terrenal.
Honra de su vida terrenal con la única motivación de ayudar a los demás en los designios de Dios
-
Dolor, pero no sufrimiento (el sufrimiento como dolor sostenido)
Aceptación de sí mismo y de lo que se es en pos de Dios.
Negación de sí misma en pos de Dios.
El juicio en función de la defensa de las leyes de Dios; y solo desde allí.
No juzga” (sin pecado original)
Reconocimiento “de cosas que deben ser cambiadas”
Ninguna noción “de maldad”, ni interior ni exterior.
- otras, otras, otras.
- otras, otras, otras.

La tabla anterior es simplemente una descripción operativa superficial de las escencias Crística y Mariana. Les pido de corazón que no den por entendido ni aceptado lo descrito allí. A pesar de que cada renglón parece estar claro, puede ser necesario explicar más, contextualizar mejor y argumentar profundamente. Se las daré en su momento, si llega a ser el caso.


Mente versus Espíritu

Y para finalizar retomo uno de los puntos iniciales: la existencia de la Escencia Terrenal, además de la Escencia Astral/Espiritual.

No es cosa solo de tener o no alguna escencia espiritual especial, si esta no se puede manifestar.

Vivir en función de una Escencia Espiritual (lo que sería ideal), pasa por no darle tanto protagonismo a nuestra Escencia Terrenal (mental), Esto se logra con un proceso correcto de crecimiento espiritual.

Por mucha escencia Crística o Mariana o Angelical o Ser de Luz, o lo que sea que se tenga; si se vive en función de las cosas terrenales, la espiritualidad queda en un segundo plano. En ese caso la manifestación de las escencias astrales/espirituales queda relegada la nada.

Ojalá en tu caso no sea así. Esfuérzate en Amar a Dios sobre todas las cosas (y no a tus asuntos terrenales) e intenta con toda tu mente, con todo tu corazón y con todas tus acciones, adoptar las escencias Mariana y Crística. Será lo mejor que te pueda pasar desde que Dios Padre te creó; y será ese el comienzo de la ruta de vuelta al Paraíso.
Namasté
Pedro A. Gómez Ruzzo.
Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 25 de enero del 2015
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Palabras-claves: escencias, crística, mariana, jesús, cristo, jesucristo, maría, virgen, astral, espiritual, plano.

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