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martes, 13 de enero de 2015

El equilibrio entre las consciencias

Autor: Pedro A. Gómez Ruzzo
El ser humano es un ser con consciencia; pero ¿podríamos expandir el concepto?

Cuando considero al ser humano como un ser integral, holístico; me gusta definirlo como lo hago desde el punto de vista de sanación: como un ser compuesto de “cuerpos”, los cuales cubren sus funciones tanto terrenales como sutiles.

En ese caso el ser humano tiene un cuerpo físico, uno mental, uno emocional y uno energético; los cuales representarían su parte terrenal. Y además tiene un cuerpo astral, un cuerpo akáshico (kármico) y un cuerpo espiritual. La interacción entre ellos (ya que en un ser humano operativo, estos cuerpos no están aislados) es compleja y escapa del alcance de estos párrafos; pero sus funciones y definiciones sí se pueden inferir medianamente. Más allá del hecho de que estas partes tienen sus funciones y operaciones propias; y esto les define algún tipo de inteligencia o “consciencia” particular; la misma interrelación entre ellas permite agruparlas funcionalmente, por lo cual aparecen consciencias más formales, las cuales que se refieren ya al ser humano, no a sus segmentos. Las defino.


El ser humano presenta tres consciencias que determinan su existencia. Estás son:

  • Consciencia Terrenal o Mental (CM): que agrupa los planos de existencia terrenal: cuerpo físico, mental, emocional y cuerpo energético. Esta consciencia es reconocida directamente como la parte lógica, analítica, “inteligente” del ser pensante. Es gracias a esta Consciencia Mental que podemos captar, analizar, entender y actuar en nuestra existencia terrenal. Esta es la consciencia intelectual, la que aprende.
  • Consciencia Astral (CA): que incluye al cuerpo astral y según el caso, al cuerpo akáshico (el cuerpo akáshico es considerado tanto en el plano terrenal como en el astral). Si pudiéramos poner una definición poética, diríamos que es la “consciencia mágica”, paranormal, extrasensorial. Esto es suficiente para entender a la Consciencia Astral, ya que plano el astral es muy complejo de explicar y aún más de entender.
  • Consciencia Espiritual (CE): que incluye únicamente a nuestro plano de existencia espiritual y es la que nos define como seres espirituales. Es esta Consciencia Espiritual la que nos permite “sentir” el concepto de Dios y relacionarnos con Él, viviendo así una vida espiritual.

Permítanme intentar ejemplificar. Estas tres consciencias están implícitas en cualquier ser humano (con espíritu); y permiten la interacción con su realidad.

Pero como estamos hablando del ser humano holístico, se sabe que la realidad de este no es únicamente terrenal; sino que hay una realidad astral (mágica) y una realidad espiritual.

Cada uno de nosotros tiene existencia en cada una de estas realidades que marcan los tres planos de consciencia (terrenal, astral y espiritual); y cada una de las tres consciencias se ocupa de su área; de “vivir” allí.


Si bien cada plano de existencia tiene su propia autonomía, estas no están separadas funcionalmente. Una existencia complicada en plano astral, por ejemplo, puede condicionar una existencia difícil a nivel terrenal, al contrario y a la inversa también. Algo similar se podría decir entre el plano espiritual y los demás; sin embargo, en este plano es algo más complicado definir la “existencia”; porque más que la “existencia del ser” es un “estado del ser”.


Pero si bien estas consciencias existen y son operativas, algunas pueden no estar manifiestas. La manifestación de las conciencias se define como la capacidad de estas en involucrarse en nuestro plano de existencia terrenal. Coloco ejemplos.

En un ser humano común, su Consciencia Mental está totalmente manifiesta en su plano de existencia terrenal, porque es necesaria para poder interactuar consciente y correctamente en él (no quiero decir de forma apropiada necesariamente)

Si el mismo ser humano tiene alguna capacidad extrasensorial, de visiones, de percepciones; esto se debe a que su Consciencia Astral está manifestándose en algún grado hacia su existencia terrenal. Como ese tipo de fenómenos pertenecen al plano astral, no pueden ser manejados por su Consciencia Mental. Por esto, es trabajo de la Consciencia Astral “pasar información al plano terrenal” para que estos puedan ser “conscientizados mentalmente” en nuestra experiencia terrenal.


La manifestación de la Consciencia Astral (en el plano terrenal) es muy compleja y se pudiera decir mucho más que las pocas líneas del párrafo anterior; pero esta consciencia se puede resumir como ese pensamiento esotérico, místico, a veces onírico del ser humano.


En cuanto a la manifestación de la Consciencia Espiritual, la forma cómo interactúa el espíritu en nuestra realidad terrenal; es mucho más fácil de explicar pero mucho más difícil de entender. Esto es porque esta Consciencia Espiritual está separada del pensamiento lógico (de nuestra Consciencia Mental).


Y aquí comienza el tema del equilibrio de las consciencias.



El equilibrio entre las consciencias.

Si bien nuestras tres conciencias existen (atención: no son tres niveles de consciencia, son tres consciencias diferentes); ellas guardan un equilibrio con respecto a su manifestación.


La consciencia general de un ser humano está formada por una proporción entre los tres diferentes planos de consciencia: mental, astral y espiritual. La suma de las proporciones de las tres consciencias, suman el 100% de la consciencia general; y es esta la que define, en la persona, la forma de interaccionar con su realidad.

Si habláramos de una persona “muy mental” (o terrenal) su consciencia general pudiera estar formada por una proporción predominante de su Consciencia Mental; por ejemplo 80% CM – 15% CA – 5% CE (entre las tres suman 100%)

Si encontramos a una persona que cree en el plano astral desde su experiencia de vida (no desde las historias de los demás) podríamos tener unas proporciones del estilo 30% CM – 60% CA – 10% CE


Pero si es una persona más espiritual, su consciencia general podría estar formada con una proporción de 30% CM – 20% CA – 50% CE, solo como un ejemplo.


El equilibrio se comienza a notar en el mantenimiento de las proporciones. Y es aquí donde comienzan las explicaciones.


Si en un ser vivo, una de las consciencias toma supremacía, las otras proporcionalmente se deprimen.


La exaltación de alguna consciencia en particular, puede venir por diferentes factores: por el ambiente de crianza, por experiencias personales de vida, por la cultura, por alguna necesidad patológica, etc. Esta última razón aunque parezca la menos frecuente, lamentablemente no lo es. No son pocas las personas que ante una incapacidad de lidiar con su realidad terrenal, se aíslan en una realidad mágica (Consciencia Astral), como una forma de escapar de sus problemas terrenales.


Una persona con predominio de Consciencia Mental, tenderá a subestimar toda posibilidad de realidades mágicas (astrales); o en el mejor de los casos que les dará el beneficio de la duda”, pero no podrá experimentarlas.


Lo mismo sucede con la experiencia de sentir a Dios. Si predominan la Consciencia Astral (fenomenológica, dual, mágica) o la Consciencia Mental (lógica, racional, experimental), el individuo simplemente no tendrá la capacidad de experimentar “el estado espiritual”. Puede que se lo argumente y que se lo crea (con su Consciencia Mental) o se lo fantasee (con su Consciencia Astral), pero no será una realidad espiritual.


Uno de los problemas mayores en este equilibrio de consciencias es la confusión que se plantea entre la Consciencia Astral y la Consciencia Espiritual. Muchas veces se cree que una persona con Consciencia Astral, está viviendo una vida espiritual, y puede ser todo lo contrario.


Una Consciencia Astral se basa en la dualidad, en que hay cosas malas y buenas (en la Consciencia Mental también). En la Consciencia Astral aún se mantiene la noción de expectativas que nace en la Consciencia, sobre todo de expectativas a los resultados. Por eso hay mucho de rituales, de “magia”, de conseguir esto o aquello, de pedir para que le den. Las experiencias fenomenológicas/asombrosas/inexplicables, el descubrir, el predecir, son importantes y son reales para una persona con una Consciencia Astral altamente manifiesta. Y todo esto es totalmente ajeno a la Consciencia Espiritual.


Siempre se plantea como hipótesis de sanación, que algunos trastornos mentales pueden ser depresiones de la Consciencia Mental, causado por una exacerbación de la Consciencia Astral.



El equilibro espiritual.
En las proporciones anteriores que planteé como ejemplos, hay una característica que posiblemente no es evidente a simple vista.

En el equilibrio de las tres consciencias se pueden presentar deformaciones que determinan formas de ser complicadas, en el ser humano.


Una proporción muy alta de Consciencia Mental, deprime a las otras dos consciencias y determina a una persona muy lógica, racional, estructurada; pero que muchas veces puede ser incapaz de ver más allá de lo evidente. Generalmente son las personas que sufren de mayor estrés y de mayores frustraciones a nivel personal, sobre todo cuando avanzan en edad, donde sus fuerzas físicas y sus capacidades mentales comienzan a disminuir.


Una proporción muy alta de Consciencia Astral define a una persona como “extraña”, que solo es aceptada por pocas personas que comparten esa misma fascinación por lo mágico, por lo esotérico. Una Consciencia Astral muy manifiesta generalmente no es muy bien acogida en las sociedades modernas; estas, mucho más mentales.


Pero con la Consciencia Espiritual no suceden las deformaciones en cuanto a la proporción de manifestación. Cualquiera de ustedes podría comenzar a recordar los casos conocidos de fanatismo religioso, de sectas, etc.; pero es aquí donde hay que señalar que esas deformaciones evidentes del ser humano, no tienen nada de espiritual.


Ni los fanatismos, ni los excesos, ni las exclusiones, ni los sectarismos, ni las sectas; tienen nada de Consciencia Espiritual. Estas deformaciones vienen por patologías de la Consciencia Mental o de la Astral, que se enmascaran con la confusión que existe entre el plano Astral y el Espiritual; lo que expliqué en párrafos anteriores.



La Consciencia Espiritual es la más incluyente de las tres. Tanto es así que si hablamos de proporciones, esta intenta buscar un equilibrio donde la Consciencia Mental y la Astral también estén manifiestas.

Un ser actuando desde una Consciencia Espiritual verdadera, entiende que tanto su parte terrenal como su parte astral son importantes, porque esa integración es lo que le permite al espíritu manifestarse. Por lo tanto, La Consciencia Espiritual deja que las Consciencias Mental y Astral se manifiesten en una proporción similar a ella; pero a la vez mantiene un control automático que evita que estas se desboquen.

El crecimiento espiritual.

Y con todo esto explicado, ahora puedo presentar el verdadero concepto o motivo del Crecimiento Espiritual, con lo cual se entenderán mejor algunas cosas que he explicado en otras oportunidades.

El crecimiento espiritual real busca que la Consciencia Espiritual de una persona se manifieste también en sus planos terrenal y astral; y de esa forma conviva con ellos. Esto ejerce un control intrínseco que logra que el equilibrio entre las tres consciencias no se altere.


Por fin lo dije. Después de esto, les invito a que vuelvan a leer todo lo que he escrito para que aten los cabos sueltos.


Feliz día.


Namasté


Pedro A. Gómez Ruzzo.

Master Reiki Usui-Tibetano, Karuna Ki
Original: 13 de enero del 2015
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Palabras-claves: planos, existencia, consciencia, terrenal, mental, astral, espiritual, consciencias

4 comentarios:

  1. Debo de confesar que me gusta más las dos últimas Consciencia...

    Algunos trastornos mentales pueden ser depresiones de la Consciencia Mental, causado por una exacerbación de la Consciencia Astral. Por eso se dice o he "ojeado" que los esquizofrenicos ven cosas u otros planos, dimensiones.... o sea, que debemos buscar una causa de los trastornos mentales ( no siempre, verdad?)En la Consciencia astral. Y ¿cómo se sana? o se trata cuando es así? con energías???
    * Si el mismo ser humano tiene alguna capacidad extrasensorial, de visiones, de percepciones; esto se debe a que su Consciencia Astral está manifestándose en algún grado hacia su existencia terrenal. Como ese tipo de fenómenos pertenecen al plano astral, no pueden ser manejados por su Consciencia Mental. Por esto, es trabajo de la Consciencia Astral “pasar información al plano terrenal” para que estos puedan ser “conscientizados mentalmente” en nuestra experiencia terrenal.
    Leyendo esto me digo: me da miedo este plano….alguna protección física debe haber para esto; aunque sí creo que se da. Me gusta saber de este plano. Será que lo tengo muy marcado?

    • Cuando hablamos de VIDAS PASADAS o regresiones a cual consciencia o cuerpo nos vamos? Al cuerpo astral, al cuerpo akáshico (kármico)???

    ¡Bendicones!

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    1. Para tratar problemas de astralidad, lo primero es entender la situación y desmitificarla. La astralización da más miedo por desconocimiento que por el daño que puede hacer.
      La naturaleza nos da esa protección, y es la separación natural entre el plano astral y el plano tierra. Tener capacidad de astralizar no es un don, es una anomalía.
      Vidas pasadas es una combimación entre plano kármico y akáshico.
      Gracias a ti.

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  2. AAAAAAAHHHHHHHHHHH, como va a ser.

    y por qué? sera porque debemos de estar concentrado en este plano? anomalía, así tan fuerte?

    #entreconversaciones.

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  3. Excelente artículo! Me pregunto que sería de aquellos con patologías psiquiátricas si por lo menos algunos de sus tratantes conocieran un poco de lo que comenta Maestro.

    Y al terminar de leerlo viene a mi mente "Construir sin destruir" PAGR

    Namasté!

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